Por fin, respuestas. Éste es el libro que estaba deseando leer desde la primera parte de la saga “El Corredor del Laberinto”, que nos resuelve casi todas las dudas acerca del pasado de Thomas y Teresa y de los inicios de CRUEL, narrándonos la vida de Thomas desde el momento en el que CRUEL se lo lleva de niño hasta los instantes anteriores a su entrada en el Laberinto. “El Código de CRUEL” es la novela que le hacía falta a la saga, ya que no solo la complementa sino que completa muchos de sus huecos. Es un libro que la trilogía principal necesitaba, resolviendo una gran parte de las incógnitas que quedaron sin respuesta.
Una de esas incógnitas era cómo había acabado Thomas en CRUEL. Esa escena aparece en algún libro más, como “El Destello” y en algún recuerdo de “La Cura Mortal”, pero aquí se nos narra con algo de más detalle cómo su padre enferma con el “Destello” y cómo su madre, también enferma pero aún cuerda, llama a CRUEL para que se lleven a su hijo, Stephen. Resulta muy curioso conocer al fin su verdadero nombre. También se nos relata la historia de Newt, en la que es toda una sorpresa saber que tiene una hermana, Elisabeth, o Lizzy, y conocer que ella sí es inmune y que los de CRUEL iban a por ella. Nos sorprendemos aún más cuando conocemos quién es realmente Lizzy, Sonya del grupo B. Pero lo más descorazonador es descubrir cuánto se querían ambos, que nunca se olvidaron el uno del otro, hasta que CRUEL les arrebata sus recuerdos. Al menos por parte de Newt, nunca vuelven a saber que son hermanos, y ni siquiera se reconocen o se resultan familiares cuando coinciden en el “refugio seguro” al final de “Las Pruebas” o al inicio de “La Cura Mortal”, lo que es realmente triste.
El libro nos hace sentir cómo es la vida en CRUEL a través de los infantiles ojos de Thomas. Una vida gris, sin emociones, sin alegría, en la que CRUEL hace de las suyas desde el principio, en el que tortura a Thomas para que olvide su verdadero nombre. Todo cambia en su mundo cuando aparece Teresa, y Thomas siente un “déjà vu” en su primer encuentro. Si recordamos el final del libro “El Destello”, aparece el verdadero primer encuentro de ambos, en el que Teresa contaba a Thomas toda su historia y su nombre real, Deedee. Es obvio, y más adelante nos queda confirmado, que CRUEL ha jugado de nuevo con sus recuerdos, lo que es estremecedor, pues ¿qué más no han podido modificar? Debe ser horrible vivir así, sabiendo que pueden controlar tus propios recuerdos, y sin poder fiarte de ellos.
Por otro lado, la parte en la que ambos conocen a Newt, Alby y Minho siendo niños y dedican las noches a escaparse y explorar por el complejo de CRUEL se disfruta muchísimo. Es precioso ver que eran amigos antes de ir al Laberinto, que pasaron buenos ratos juntos y se divirtieron, antes de todo el horror que les aguarda en el futuro, aunque también es triste que no recuerden nada de ello.
Pero incluso esta propia diversión está controlada por CRUEL. Gracias a este libro también sabemos el origen de una de las frases clave de la trilogía: “CRUEL es buena”, avistada por los niños en el hoyo de los raros.
Sin embargo, lo más esclarecedor es conocer de qué manera comenzaron Thomas y Teresa a colaborar en el proyecto de los laberintos. En la trilogía, y por los recuerdos que Thomas pudo recuperar, parecía que el Thomas anterior al Laberinto estaba de acuerdo con los principios de CRUEL, que había participado de manera voluntaria e incluso daba la impresión de que era uno de los dirigentes, que estaba por encima de los creadores. Nada más lejos de la realidad.
Thomas nunca estuvo de acuerdo con los métodos empleados por los creadores, no es más que otra víctima de CRUEL, al que han engañado y manipulado de todas las formas posibles. El Thomas más niño es muy inocente, y a veces ni siquiera se da cuenta o no quiere pensar en ello, pero el Thomas un poco más mayor no puede negar ya la evidencia. Colaboró en el Laberinto porque en realidad no tenía ni idea de lo que iban a hacer allí, hasta qué punto iba a ser capaz CRUEL de llegar. Simplemente es algo que le libra del aburrido y tedioso día a día de clases y pruebas, que le permite estar tiempo con Teresa, que supone un reto que acepta por el también placer de solucionar, pero en ningún momento se le pasó por la cabeza que podría ser un lugar en el que el horror y la muerte estuvieran presentes. No hay más que leer la parte en la que Thomas dice de apostar por quién verá antes un lacerador, y Teresa se pregunta quién será el primero en morir, a lo que Thomas responde: “No lo llevarán tan lejos. De ninguna manera”. Ni siquiera sabía que iban a borrar la memoria a los sujetos antes de entrar, que eran sus propios amigos. Da mucha tristeza ver cómo el día anterior de la entrada de los primeros sujetos al Laberinto, CRUEL controla a Thomas y le impida explicar a sus amigos por qué no les había contado nada de eso, o dar una disculpa. De poco importa, la verdad, porque dos años después ninguno de ellos recordará ya nada de eso. Así, un día tras otro Thomas es testigo de todo lo que pasa en el Laberinto hasta que muere el primer pingajo, momento en el que no duda enfrentarse a los de CRUEL y pedirles explicaciones. La situación se agrava hasta tal punto que Thomas planea su incursión y la de Teresa al Laberinto con el fin de rescatar a sus amigos. Qué diferente parecía la verdadera intención del muchacho en la trilogía, en la que daba la impresión de que estaba de parte de CRUEL por aquel entonces. Pero esto no fue así, y gracias a esta novela lo podemos por fin saber.
No ocurre exactamente lo mismo con Teresa. A pesar de que de niña parece estar en contra de CRUEL (ese “Algún día seremos más grandes” rebosa rebeldía), va cambiando de parecer conforme va creciendo, hasta que finalmente descubrimos que está completamente de su lado. Personalmente me ha sorprendido el final del libro, en el que descubrimos que Teresa no sufrió modificación alguna de memoria antes de entrar en el Laberinto. Según su comunicado, ella y Aris fueron los únicos sujetos que se introdujeron en los Laberintos con la memoria intacta, con el fin de informar y servir a CRUEL. No tenía constancia de ello en la trilogía, y esto se contradice además con el primer capítulo de “El Destello”, en el que Teresa es testigo de cómo Thomas sufre el “Golpe” y se pregunta qué se sentirá, cuando al día siguiente le hagan lo mismo a ella. Que cómo van a verse ambos en el Laberinto sin reconocerse. ¿No se contradice esto con el final de “El Código de CRUEL”, en el que Teresa dice que su memoria permanecerá intacta? ¿Juega el autor con la ambigüedad o hay algo que se me ha pasado?
Si repasamos la trilogía, la verdad es que hay varios indicios de que Teresa no ha perdido la memoria. En el primer libro, en la primera conversación que mantiene con Thomas después de salir del coma, y a pesar de haber dicho que lo está olvidando todo (cosa que puede ser mentira puesto que está actuando y representando su papel de igual) le pregunta: “¿Tom, de verdad no te acuerdas de mí?”, cuando si realmente hubiera perdido la memoria como los demás, esa pregunta no tendría sentido. Por otro lado, Teresa sabe que está en un laberinto y lo que son los laceradores antes de que nadie se lo explique, cosa que concuerda con su inexistente pérdida de memoria, aunque luego intenta arreglarlo diciendo que ha oído hablar a los chicos durante el coma. Otra pista es en el segundo libro, cuando, tras su traición a Thomas, Teresa le confiesa que hablaba telepáticamente con Aris ya en el Laberinto, aunque no se llega a explicar nada más. Todo ello indica que efectivamente Teresa es fiel a CRUEL en todo momento, excepto en el tercer libro, donde ayuda a los demás a escapar, quizá suponiendo de una vez que es imposible encontrar una cura al “Destello”. En este libro Teresa está convencida de ello, y eso le lleva a traicionar a su mejor amigo a pesar de la promesa que hicieron, o esto al menos es lo que se da a entender. Teresa es fiel a CRUEL, quizá porque es la más consciente de todos los sujetos de cómo está el mundo ahí fuera, de lo que el “Destello” ha provocado en las personas. No olvidemos los horribles sucesos por los que pasó siendo niña, y que motivarían estas intenciones de buscar una cura cueste lo que cueste. Desde luego, los dos libros extra de la saga ayudan a entender mucho mejor a este personaje, uno de los más interesantes.
Otro personaje que apenas conocimos en la trilogía y que aquí se nos presenta mejor es la doctora Ava Paige, la ministra en “La Cura Mortal”. Al principio es un personaje afable, convirtiéndose en determinante en el momento de la Purga, para acabar descubriéndose como una persona completamente fría y cruel. Tutora y mentora de Thomas durante toda la vida del chico en CRUEL, ella misma afirma que los quiere a él y Teresa como a sus propios hijos, pero no duda en engañar a Thomas y en manipularles para conseguir el fin de CRUEL. De hecho, la mayor sorpresa es descubrir que fue ella la que infectó intencionadamente a los dirigentes de CRUEL para provocar la Purga y convertirse así ella en ministra. Sin embargo, al final del tercer libro deja de perseguir el objetivo de la organización ayudando a Thomas y los demás inmunes a escapar. Es curioso que tanto ella como Teresa cambien de parecer en el tercer libro. Quizá el completar las tres fases de las pruebas y no estar más cerca de encontrar una cura sea el motivo por el que lo hacen. También esperaba alguna mención a Janson, el Hombre Rata, pero no la he encontrado.
Asimismo, ese objetivo de CRUEL, que es encontrar una cura al “Destello” potenciando las zonas letales de los sujetos se explica un poco mejor. Al menos nos dejan caer cuáles son algunas de las zonas letales y cómo se potencian, de ahí que el Laberinto sea una prueba perfecta, pues requiere organización, terror, falta de comodidades y superación. Se fortalece esa relación entre las pruebas y la cura que tanto faltaba en la trilogía principal.
Además, “El Código de CRUEL” nos da la oportunidad de conocer mejor a los demás personajes antes de que entraran al Laberinto, como a Chuck o Gally. Se acentúa la natural rebeldía de Minho con su intención de escapar del complejo, y cómo Newt mantiene unido al grupo al igual que en las Pruebas. Desalentadora también, como casi toda la historia de este personaje, la escena del intento de suicidio. Por otra parte, es curioso conocer el nombre real de Fritanga, tanto el que le pusieron sus padres (Toby) como el que le asignó CRUEL (Siggy), confirmando que Fritanga no es más que un apodo. Además, podemos conocer a Nick, el anterior líder de los clarianos antes de Alby. En el primer libro de la saga ya se nos dice que Thomas es el primer verducho que llega desde que mataron a Nick.
Otra explicación que se nos ofrece es qué es el suero de los laceradores. Una mutación del “Destello” preparada para que pueda afectar a los inmunes, y así poder estudiar las zonas letales con sus reacciones. Todo lo que en la trilogía era inexplicable o no sabíamos por qué pasaba, aquí va tomando forma, cobrando sentido todo poco a poco, lo que se agradece infinitamente. Las respuestas y explicaciones se han hecho esperar y aparecen fuera de la trilogía principal, pero al menos aquí están.
Igual ocurre con las fases dos y tres de las Pruebas. Más estudios en los que CRUEL expone a sus sujetos a situaciones límite, y aquí somos testigos de su preparación, aunque el pobre Thomas no tiene ni idea de lo que realmente es cuando lo ve, ni que él lo va a sufrir, tanto el túnel en el que aparecía la sustancia plateada que cortaba cabezas y la habitación en la que desemboca a través del Trans-Plano, la de los cadáveres colgados. Aparecen además Jorge y Brenda, quedándose en la ciudad de la Quemadura para cumplir su papel de raros. Otros que cambian de parecer en el tercer libro, en el que dejan de trabajar para CRUEL para ayudar a los sujetos a escapar. Hay un cambio de motivaciones un tanto extraño en Paige, Teresa, Jorge y Brenda en “La Cura Mortal” que no se explica demasiado. Y, además, al final de “Las Pruebas” Brenda habla telepáticamente a Thomas, cosa que creo recordar que tampoco se acaba explicando.
Por último, esta novela relaciona muy bien toda la información que nos da con los otros libros, como los nombres de los empleados de CRUEL, anteriores CPES (Coalición Post-Erupciones Solares) que ya pudimos ver en “Información Clasificada”, así como correos y documentos que aparecen también en ese libro, junto con otros que ya vimos en “El Destello”, y que se repiten aquí, como los que demuestran que el virus del “Destello” fue liberado intencionadamente.
Realmente muchas de las incógnitas y preguntas han quedado resueltas en esta novela, pero no todas. La historia da para al menos un libro más como éste en la saga. “El Código de CRUEL” es un libro lleno de guiños a la trilogía principal, que relaciona a la perfección todo entre sí, y liga todas las tramas consiguiendo que, aunque ya sepamos lo que va a pasar, nos siga enganchando y lo disfrutemos igual.
—Oye, Todd, esta persona ha leído la entrada y no ha publicado ningún comentario.
—Espera un poco, Tedd. Dale tiempo para que pueda escribirlo.
—No escribe nada, Todd. Que le haya gustado y no nos lo diga me pone de mal humor.
—Tranquilízate, Tedd. No es bueno para tu salud que te estreses.
—De acuerdo, Todd. Pero acuérdate de decirle que no incluya spoilers de otros libros en los comentarios de esta entrada.