“Espía de Dios” es un libro escrito por Juan Gómez-Jurado. Al más puro estilo “Ángeles y Demonios” de Dan Brown, “Espía de Dios” nos presenta una serie de cruentos asesinatos de cardenales por el Vaticano y sus alrededores, en las señaladas fechas en las que se prepara un cónclave para elegir un nuevo Papa. La experta en perfiles y criminóloga Paola Dicanti es la doctora elegida para resolver este complicado y macabro caso.
SPOILERS
Si bien trama, escenarios y estilo de esta novela recuerdan irremediablemente a “Ángeles y Demonios” de Dan Brown, “Espía de Dios” se distancia de dicha historia para crear la suya propia, a su manera. “Espía de Dios” no sólo pone su enfoque en los escenarios del Vaticano, también se sirve de hechos reales para su ambiente, y, sobre todo, se centra en el perfil psicológico de sus personajes.
“Espía de Dios” no es la típica novela de intriga en la que la principal pregunta es quién es el asesino. Aquí sabemos quién es el autor de los siniestros crímenes prácticamente desde la primera página. En cambio, el interés de esta novela radica en cómo lograrán atrapar nuestros protagonistas al asesino con los medios que disponen.
El hecho de que sean pocos los profesionales que pueden encargarse del caso, de la insistencia del Vaticano por mantener todo el asunto en secreto y las fechas en las que ocurren los crímenes, con unas calles atestadas de gente, complica sobremanera la resolución del caso.
Así pues, la lectura se centra en una protagonista que no es detective, ni es policía, sino que es una criminóloga psiquiatra experta en perfiles psicológicos. Paola es una protagonista con una gran evolución en esta novela. Aprende a manejarse y a hacerse respetar en un ambiente a veces hostil, que la discrimina por su género y juventud. Es una mujer llena de inseguridades y con poca experiencia en una tarea de las dimensiones que le han encomendado, pero no se achanta ni se deja pisar, aprendiendo a confiar en sí misma y a hacerse valer.
Un pilar fundamental en su evolución es el padre Fowler. Anthony Fowler es una pieza clave en la investigación de estos crímenes, un personaje que esconde mucho más de lo que parece en un principio, con una historia y un pasado que vamos descubriendo poco a poco. Aunque la lectura pretende engañar manteniéndolo en una dualidad en la que podamos pensar que puede ser un héroe o un villano, realmente Fowler nunca se posiciona en ninguno de estos dos perfiles. Es un humano con unos valores claros con los que actúa según su moral, y que dependiendo de las circunstancias que lo han rodeado no siempre logra conseguir lo que se propone. Así, y a pesar de su pasado, demuestra ser una buena persona, lo que lo convierte en un personaje con matices interesantes.
Su antítesis es Fabio Dante, el superintendente representante de los intereses vaticanos. Si bien la lectura pretende crear duda sobre el verdadero fondo del padre Fowler, no se toma tantas molestias con Dante, quien se va perfilando cada vez más como alguien que está dispuesto a cualquier cosa con tal de cumplir sus objetivos.
Con respecto al resto de personajes, cabe destacar al director Boi y a Maurizio Pontiero, cuya muerte logra espantar e impactar al lector no porque haya dado tiempo a empatizar con el personaje, sino por lo cruento de su asesinato.
Y es que la novela se recrea, quizá demasiado, en los detalles escabrosos y la brutalidad de los asesinatos, así como en la exposición de los terribles traumas personales de Karoski. El villano de esta novela es una persona altamente herida que es capaz de cometer crímenes atroces. Su pasado, los terribles episodios que vivió y la lamentable manera en la que es tratado lo convierten en un auténtico monstruo cuyo perfil psicológico se va analizando durante toda la lectura.
Así pues, el perfil que realiza Paola sobre él tras los hechos que ocurren, y después de toda una lectura sin parecer que la investigación avance, es el detonante para averiguar la verdad sobre el misterio de este libro, pues el asesino no es más que un sicario a las órdenes del cardenal Shaw, y el móvil de los crímenes era abrirse camino hasta el papado.
Un punto fuerte de esta novela es la gran ambientación que logra crear, lo que consigue con detalles sobre los lugares y escenarios, los hechos reales que toma prestados en su historia y que aclara en las notas a pie de página, que resultan también muy ilustrativas en sus referencias y para poner en contexto al lector.
En definitiva, “Espía de Dios” es una novela entretenida, con unos buenos personajes y una recreación de los escenarios y hechos reales que demuestra una gran labor de documentación por parte del autor. Su ritmo no es frenético, pero tampoco llega a ser lento, ofreciendo una historia cuidadosamente trabajada, que nada oculta al lector, y que se distancia en cierta manera del típico esquema de intriga y misterio de este tipo de novelas.
—Oye, Todd, esta persona ha leído la entrada y no ha publicado ningún comentario.
—Espera un poco, Tedd. Dale tiempo para que pueda escribirlo.
—No escribe nada, Todd. Que le haya gustado y no nos lo diga me pone de mal humor.
—Tranquilízate, Tedd. No es bueno para tu salud que te estreses.
—De acuerdo, Todd. Pero acuérdate de decirle que no incluya spoilers de otros libros en los comentarios de esta entrada.