Harry Potter y La Orden del Fénix, de JK Rowling

Tras el oscuro final de “Harry Potter y El Cáliz de Fuego”, esta quinta entrega de la saga, “Harry Potter y La Orden del Fénix”, tiene un ambiente un tanto distinto a los libros anteriores, y marca un antes y un después en la historia de Harry.

 SPOILERS

Ya en el libro anterior dejamos atrás todo el atisbo infantil que abundaban en la primera y segunda parte de la saga, y esta entrega aporta más madurez. Harry ya no es ningún niño y los acontecimientos ocurridos hasta ahora nos han llevado a un punto de no retorno en la saga. Ahora Voldemort ha vuelto, y nada volverá a ser lo mismo. Además, vemos al protagonista sumamente afectado por los hechos transcurridos durante el libro anterior. La presión a la que ha estado y sigue sometido, junto con la falta de información que acontece al inicio de la novela, hacen que un Harry mucho más huraño y malhumorado de lo que nunca hemos visto acabe estallando. La manera en que grita a Ron y Hermione durante su primer encuentro es una prueba de lo atormentado que se siente, lo que era de esperar. Al fin y al cabo, el año anterior se vio obligado afrontar el Torneo de los Tres Magos, vio morir a Cedric Diggory y retornar a Voldemort, del que escapó por los pelos, sin mencionar las cosas que pasaron en los otros libros, y todo ese miedo y rabia tienen que salir por algún lado.

Mención especial merecen los Dursley en esta parte, pues tiene lugar una extraña fusión del mundo mágico y el muggle de Harry al aparecer los dementores. Resulta extraño ver a tío Vernon preguntando acerca del mundo mágico, pero aún más extraño es que el personaje de tía Petunia sepa cosas acerca de este mundo. Como dice Harry, por primera vez la vemos como la hermana de Lily, lo que le aporta mucha profundidad, pues hasta ahora había sido un personaje secundario casi cómico. Ahora, en cambio, nos preguntamos más cosas sobre ella, qué relación tuvo con su hermana y el por qué de ese odio y miedo hacia el mundo mágico.

Lo de la organización de la Orden del Fénix es simplemente fantástico. Sirve para ir encauzando ese enfrentamiento con Voldemort y sus seguidores, y tiene todo el sentido del mundo que ya existiera en los tiempos en los que era más fuerte y que muchos de los personajes que hemos conocido, como Sirius, Lupin y Ojoloco formaran parte de ella, así que es una excusa perfecta para reunirlos de nuevo a todos. Además, sirve una vez más para expandir el universo y presentarnos nuevos personajes. Las nuevas incorporaciones son muchas, pero principalmente podemos destacar a Tonks (maravilloso lo de ser metamorfomaga), a Mundungus y a Kingsley. El cuartel general no podría ser más apropiado: la antigua casa de Sirius, a través de la cual conocemos más acerca del pasado y forma de ser del personaje, algo que adquiere gran importancia en la novela. Genial también el personaje de Luna Lovegood (¿os acordáis de que se mencionó a los Lovegood durante los Mundiales de Quidditch del libro anterior?). Atención también a un detalle que es muy probable pasar por alto: la mención de un guardapelo que nadie pudo abrir durante la limpieza del salón de la casa de los Black.

Ya de vuelta en Hogwarts, éste resulta ser el año más duro y desgraciado de Harry hasta el momento. Venimos de un año en el que prácticamente casi todo el colegio estaba en su contra por participar en el Torneo de los Tres Magos, y en esta ocasión, Harry es una vez más el centro de los comentarios por ser el único testigo no mortífago del regreso de Voldemort y escapar de él, de lo que el Ministerio no para de decir que es una gran mentira. La actitud del Ministerio, aunque es ridícula, es bastante peligrosa, pues da una gran facilidad a Voldemort en sus planes. Entre todo esto y las constantes mentiras de El Profeta sobre él y sobre un Dumbledore cada vez más distante hace que Harry difícilmente pueda sobrellevarlo. Ron y Hermione, siempre leales, son uno de sus grandes apoyos, junto con Sirius.

A pesar de ser el libro más largo de Harry Potter, da la sensación de que es en el que menos cosas importantes pasan, pues el ritmo es bastante lento, especialmente al inicio, lo que por otra parte permite al lector fan saborear cada página. Se nos describen las dos primeras semanas de curso con todo detalle, cada clase y los deberes que tiene que hacer Harry, los castigos con Umbridge, el quidditch… y aún así, la historia sigue sin ser aburrida, aunque no pase nada relevante.

Más adelante, entre la formación del ED (Ejército de Dumbledore), el beso con Chang y el nombramiento de Umbridge como Suma Inquisidora las cosas se van animando un poco, aunque no para el pobre Harry, cuyos únicos momentos de alegría son prácticamente las clases del ED. Sin embargo, nos llevamos un buen susto con el ataque de la serpiente al señor Weasley, del que sobrevive a duras penas. A partir de aquí la conexión entre Harry y Voldemort, que ya se había visto en alguna ocasión en los libros anteriores, se intensifica. Como consecuencia tenemos las clases de Oclumancia con Snape, que aunque supongan un fiasco para Harry nos proporcionan una escena tremendamente valiosa acerca de la juventud del profesor. Asistimos tan horrorizados como Harry a las burlas a las que someten James y Sirius a Snape, cómo interviene Lily y cómo Snape la llama sangre sucia. Esta escena es importantísima para que comprendamos mejor a Snape, aunque tan sólo hemos atisbado superficialmente la verdadera profundidad del personaje, que se desarrollará en los próximos libros.

Atención a un posible error: en la cita entre Cho y Harry en Hogsmeade, Cho le recuerda a Harry el primer partido de quidditch en el que se enfrentaron, hace dos años. El problema es que le dice algo así como “¿recuerdas cuando nos enfrentamos, en tercero?”, cuando ella al ser un año mayor que Harry no estaba en tercero, sino en cuarto curso.

Además de Grimmauld Place y el Ministerio de Magia como nuevos escenarios del mundo mágico, se nos presenta el hospital de los magos, San Mungo. Fabulosa distribución de las plantas atendiendo a los distintos ataques mágicos que se pueden provocar, y genial la idea de JK de introducir aquí al profesor Lockhart, que apareció en “La Cámara Secreta”. Aún así, lo impactante de este capítulo es el encuentro con Neville, su abuela y sus padres, que hace que se nos encoja el corazón.

Tras la marcha de Dumbledore de Hogwarts Umbridge es cada vez más irritante, pero esto desencadena una de las mejores escenas de toda la saga. Los Magifuegos Weasley, el pantano portátil y el posterior vuelo hacia la libertad de Fred y George conforman una ida épica de Hogwarts para dos de los personajes más divertidos de la saga.

Hagrid por su parte la vuelve a liar escondiendo en el bosque a su hermanastro pequeño, Grawp. La historia de los gigantes es fascinante, pues poco conocíamos acerca de estos personajes. El libro recrea muy bien el ambiente de tensión que se vive en época de exámenes, en este caso para los alumnos de quinto curso que realizan sus TIMOS, y me encanta el detalle con que Rowling nos describe los TIMOS de Harry.

A partir de aquí, empieza la locura. Harry ve que Voldemort tiene a Sirius y no duda un segundo en acudir al Ministerio para salvarle, sin escuchar las advertencias de Hermione de que podría ser una trampa. Y es que se demuestra el punto débil del protagonista: su voluntad excesiva de salvar a la gente y actuar por su cuenta. Harry es un héroe, no cabe duda, ya lo ha demostrado en ocasiones anteriores. Sin embargo, en todas esas ocasiones podría decirse que actuó de una manera precipitada. En “La Piedra Filosofal” no dudó ni un momento en acudir por la noche a protegerla, cuando no tenía por qué hacerlo (aunque intentó avisar previamente a la profesora McGonagall). En “La Cámara Secreta” tampoco dudó en internarse en la Cámara de los Secretos cuando tampoco tenía por qué hacerlo (aunque también intentó prestar ayuda a Lockhart). En “El Prisionero de Azkaban” y “El Cáliz de Fuego”, sin embargo, no acudió al peligro, sino que más bien no tuvo más remedio que enfrentarse a esas situaciones. Aún así, la cosa es que el punto fuerte del protagonista, lo que más caracteriza a Harry como personaje, que es su valentía y nobleza, son también su punto débil, y su mayor enemigo sabe cómo utilizarlos a su favor.

El final, por supuesto, es desolador, el más doloroso hasta el momento. Parecía que no podía haber un final peor que el del libro anterior, pero la muerte de Sirius es un gran golpe, tanto para Harry como para los lectores. Después de crecer sin una verdadera familia ni nadie que le apoye, de sentirse tan solo, después de encontrar a una figura que para él es una mezcla entre padre y hermano y perderla de esa manera, teniendo en cuenta además el año tan horrible que lleva, es para hundirse. Así, la sensación de culpa de Harry es enorme, pues acudió al Ministerio para salvar a Sirius y en vez de eso la aventura finalizó en su muerte. Terrible.

Por otra parte, es un final muy esclarecedor en cuanto al gran misterio de la saga en general, el misterio que concierne a Harry y Voldemort, y es que Dumbledore por fin ha decidido soltar prenda. Así pues, el asunto de la profecía y el porqué intentó Voldemort para matar a Harry cuando era un bebé da respuesta a uno de los grandes enigmas de la saga, un enigma que se planteó desde el primer libro. Sin embargo, la respuesta a este misterio genera nuevas preguntas, unas preguntas que abren camino hacia la sexta parte de la saga.

Un quinto libro un tanto diferente, que abarca una mayor cantidad de temáticas que los anteriores, que demuestra que la saga de Harry Potter es mucho más adulta y compleja de lo que podría parecer en un principio.

—Oye, Todd, esta persona ha leído la entrada y no ha publicado ningún comentario.

—Espera un poco, Tedd. Dale tiempo para que pueda escribirlo.

—No escribe nada, Todd. Que le haya gustado y no nos lo diga me pone de mal humor.

—Tranquilízate, Tedd. No es bueno para tu salud que te estreses.

—De acuerdo, Todd. Pero acuérdate de decirle que no incluya spoilers de otros libros en los comentarios de esta entrada.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

6 comentarios en “Harry Potter y La Orden del Fénix, de JK Rowling”

  1. Gerardo - Yukimaru

    Este es el que más me durmió de todos y la película me aburre mucho más.

    Vengo de la iniciativa ''Seamos seguidores'', ya te sigo.

    Saludos. 😀

  2. Hola! Este libro no me gustó tanto como los otros pero sigue estando a la altura de esta maravilla saga. En este libro como que ya todo pinta más oscuro y es como que, a mi, me daba miedo seguir con la historia y encontrarme con cosas que quizá no me gustarían.
    Saludos!

    1. Analista de Libros

      Es cierto, es muy distinto de los demás, se ve venir que lo que va a pasar a partir de aquí no nos va a gustar, y aunque sea el menos bueno sigue siendo bueno!
      Un saludo!

  3. Cuando me los leí por primera vez de pequeña, este fue uno de los libros que menos me gustó de la saga. Pero ahora en mis últimas relecturas se ha convertido en uno de mis favoritos, simplemente porque era necesario que Harry explotara. Si no hubiera tenido esta reacción en este libro no se que habría sido de él, la verdad.
    P.S.: Dumbledore es idiota, y no muestra claramente en este libro.

    1. Analista de Libros

      Yo también lo recordaba como el que menos me gustaba de todos, más que nada por lo mal que lo pasa Harry, pero es muy necesario para la saga.
      Jaja, Dumbledore no está muy fino en esta parte, no.

A %d blogueros les gusta esto: