La Elegida supone el final de la trilogía protagonizada por América y que comenzó con La Selección. Y, a pesar de ser un buen final, no puedo dejar de pensar que hay algunas cosas en esta tercera parte que o no me terminan de cuadrar o no me gusta el rumbo que toman. Situaciones demasiado precipitadas, cambios muy bruscos en algunos personajes y un forzado dramatismo hacen que a mi parecer el realismo de la historia se pierda ligeramente. Aún así, la trama recupera el interés que pudo perder en la segunda parte y nos engancha a la historia hasta el final.
SPOILERS
Si el interés principal en La Élite fue saber por quién se decidiría América, si por Maxon o Aspen, en La Elegida es saber si finalmente acabará América con Maxon. Si ya al final de la segunda parte pudimos ver que nuestra protagonista se decantaba más por el príncipe y sus sentimientos por Aspen iban desapareciendo, en esta parte se nos confirma. América ya no está enamorada de Aspen, aunque inevitablemente le siga queriendo. Aún así, le sigue teniendo como segunda opción por si le falla Maxon, lo que está bastante mal por su parte, dicho sea de paso. América, ya sabes de quién estás enamorada, ya te has decidido. Estás dispuesta a ejercer el cargo de princesa. ¿Por qué sigues manteniendo este juego? ¿Por qué no expresas lo que has decidido de una vez y dejamos de dar vueltas? Entiendo tu confusión al final del primer libro, lo entiendo en el segundo, pero ya va siendo hora de que actúes.
En fin, por una serie de situaciones América se resiste a declararse a Maxon y Maxon se resiste a escogerla definitivamente, así que aquí estamos. Menos mal que por el camino van pasando cosas interesantes, que si no menudo aburrimiento. Por suerte se presentan August Illéa y Georgia a darle un poco de emoción al asunto. Estos personajes me parecen de lo mejor de toda la saga, y creo que se les podría haber sacado más partido añadiéndoles algo más de protagonismo. Un descendiente del verdadero rey de Illéa, líder de los rebeldes norteños, que ofrece su ayuda al heredero del trono por el bien del país. Y todo esto a espaldas del rey, que aunque ya se le veía venir al final de La Élite, en esta parte demuestra que es un tirano que únicamente mira por su propio beneficio, lo que hace inevitable su comparación con Gregory Illéa. Sin embargo, los descendientes de ambos tienen un carácter completamente diferente. Ambos son buenas personas, con un gran sentido del deber que les lleva a desear realmente lo mejor para su país.
Una vez descubiertas las intenciones de los rebeldes norteños, nos queda claro que los realmente peligrosos son los sureños, lo que hace que esa especie de alianza secreta que mantiene Maxon con los norteños sea bastante interesante. América por su parte, también colabora introduciendo en la alianza a Italia, nada menos, a través de Nicoletta, añadiendo bastante emoción a la historia, pues nos hace suponer que en algún momento se dará el enfrentamiento.
Es admirable cómo nuestra protagonista va superando las pruebas a las que la está sometiendo el rey. Y no sólo las supera, también deja al rey en ridículo en el proceso. Todo ello demuestra que realmente América sigue siendo ella misma, como he venido diciendo durante toda la saga. No ha dejado que sus valores cambien con La Selección, al contrario, se han reforzado y la han hecho crecer como persona. Particularmente el momento que más me gusta es el Día de las Sentencias, en el que salva a un hombre de un castigo enormemente desmesurado al crimen cometido, y el modo en que lo hace (una vez más, bravo, América).
Por primera vez se nos introduce un poco de acción y peligro real con la salida del palacio de los principales personajes, y que acaba con un disparo en el brazo de América. Aún así, este peligro no se mantiene demasiado, pero no deja de estremecernos la muerte de Micah, que acabábamos de conocer.
A pesar de los ataques que ha habido durante toda la trilogía, y en los que ha habido algunas víctimas, la cosa se pone realmente seria cuando los rebeldes amenazan y comienzan a atacar a las castas de las chicas de La Élite. Se impone una seriedad de la que únicamente se habían visto trazas en la trilogía, por lo general de un ambiente más bien divertido y desenfadado. Esto provoca cambios en algunos personajes, principalmente en Celeste. Entiendo que la presión ante el peligro que corre la gente la haga cambiar, pero no hasta tal extremo. Y es que Celeste pasa de ser una persona desagradable y mezquina a ser de la noche a la mañana una persona tremendamente arrepentida. Ayer era la peor enemiga de América y hoy, amigas de la muerte. ¿En serio? No sólo es un cambio demasiado drástico, es un cambio irreal. ¿Cómo puede una persona que pega a sus doncellas, pone cristales en los zapatos de otra chica, que las insulta, las daña y las sabotea, arrepentirse de esa manera, así, tan de repente? Vale que ya no se comporte así, vale que sea más comedida, que incluso se arrepienta de ser así y de haber causado daño. Pero no me vale que todas sean amigas de la noche a la mañana. No me vale que la cosa se arregle tan fácilmente, por ambas partes. No me lo creo.
El dramatismo de la situación aumenta con la muerte del padre de América. Resulta muy curioso conocer que él formó parte del movimiento de los rebeldes y fue el que les informó de la existencia de los diarios. De vuelta en su casa se descubre la relación secreta que existió entre ella y Aspen, de una manera muy incómoda. Por primera vez conocemos a Kota, y a pesar de no tener ninguna importancia como personaje, nos demuestra lo desagradable que es, aunque América consigue ponerlo en su sitio. A pesar de ello, si nos hemos fijado bien, hemos podido darnos cuenta de que los sentimientos de esta pareja no han desaparecido sólo por parte de América, también lo han hecho por parte de Aspen, como descubrimos más adelante, y es inevitable que al conocerse ahora la noticia se dé lugar a malentendidos.
Y el mayor malentendido de todos no tarda en llegar. Como se veía venir, Maxon se acaba enterando de la relación de Aspen y América, y como era de esperar no le sienta nada bien. El problema es que esta situación llega en el peor momento posible, justo en el día en el que debe elegir esposa. Como es natural, no deja que América se explique y está decidido a escoger a Kriss. Ambos acaban con el corazón roto, pero era inevitable que se llegara a este punto. Era comprensible que al principio América se sintiera confundida, pero una vez que tenía las cosas claras no hizo nada por evitar esta situación. Le dijo a Aspen que no quería a Maxon cuando ya había empezado a sentir algo por él, no le dijo a Aspen que ya no sentía nada por él, por si Maxon no la escogía, ni dejó que él expresara sus sentimientos, ya desaparecidos, hacia ella, y sobre todo, no se declaró a Maxon cuando ya había decidido decantarse por él. Este comportamiento y estos errores por su parte casi le cuestan lo que más ha deseado en su vida.
Inexplicablemente, la situación se arregla con el ataque que acaba con la vida de numerosos personajes. El rey y la reina, Anne, Celeste… ¿eran realmente necesarias tantas muertes? Entiendo que lo son porque en un ataque de esas características, con los rebeldes camuflados entre la guardia, era imposible que todos salieran ilesos. Sin embargo, y aunque sabemos que murió gente en los ataques anteriores, no fue ninguno de los personajes conocidos del libro. ¿Por qué entonces no, y en este ataque final sí? ¿Simplemente porque es el final y se ha querido añadir este dramatismo? Es lo que me da la impresión, y no me termina de gustar, pues me resulta demasiado forzado.
Dada la situación, la reconciliación entre Maxon y América se acelera (demasiado para mi gusto), ya que el miedo a perderse mutuamente les hace darse cuenta verdaderamente de su amor el uno por el otro. Y la cosa acaba como era inevitable que acabara. Como tiene que acabar. América con Maxon y Aspen con Lucy. Estaba claro desde el final del segundo libro. No podía terminar de otra manera.
Por otra parte, no termino de entender qué pretende la autora haciendo que Kriss forme parte de los rebeldes norteños. Es que… no tiene ningún sentido ni aporta nada a la trama. Kriss realmente quiere a Maxon, por lo que esa no es su motivación de estar en La Selección. Tampoco ha hecho mucho por los rebeldes, aparte de ayudarlos quizá a colarse en palacio, cosa que dudo, pues en los ataques ella se asustaba también. América sin pertenecer a los rebeldes norteños ha hecho mucho más por ellos que Kriss. Que su padre los apoye o sea uno de ellos está bien, pero Kriss… ¿qué sentido tiene? Si realmente hubiera sido así August y Georgia la conocerían y lo sabrían. ¿Por qué entonces le dijeron a Maxon que escogiera a América y no a Kriss? No tiene sentido.
A pesar de sus errores, es un buen final de la trilogía. Una trilogía muy entretenida, con unos personajes muy simpáticos a los que se les coge bastante cariño (no me digáis que Maxon no se ha ganado el cielo), una ambientación espectacular (la lectura consigue trasportarnos por completo hasta el palacio) y, a pesar de que no es la mejor trama de las distopías, ha conseguido engancharnos y hacernos disfrutar hasta el final.
La verdad todo comenzó a perder el sentido cuando murió el papá de América, ni siquiera la autora le dio sentimiento; aparte que no aporta nada a la trama, más que para que América se acuerde que ya no está. Lo más ilógico fue en el ataque, pasa demasiado rápido, y la reconciliación de Maxon y América igual. Él pasó de odiarla a amarla incondicionalmente en muy poco tiempo, y se me hizo algo demasiado forzado y rápido, ya que pasó como en 3 capítulos, si no me equivoco. Pero aun así me encantó la saga y el final me gustó
La muerte del padre de América sirve para introducir a los rebeldes más en la lectura, pues fue uno de ellos. Estoy de acuerdo en que el desenlace es forzado y demasiado precipitado, especialmente la relación entre Maxon y América, pero igualmente me gustó también 🙂
¡Muchas gracias por tu comentario, saludos!
Y realmente la reconciliación de maxon y América no fue forzada el se sentía herido por lo de Aspen pero en el momento en el que recibió la bala y se sintió cercano a la muerte de dio cuenta de que se iba a morir y no había pasado ese tiempo con América
Creo que la situación final acelera de algún modo la reconciliación de Maxon y América y le hace a él, en esa situación límite, superar el dolor más rápido, lo que tiene sentido.
este cuento es HORRIBLE!!! America parece esar decesperada
Por la situación en la que se encuentra y teniendo en cuenta todo lo acontecido en los dos libros anteriores, comprendo que pueda parecer desesperada y creo que es lo lógico para su personaje.
¿Te ha parecido horrible sólo este libro o toda la trilogía?
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Besos.
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¡Hola! A mí esta saga me ha gustando mucho, pero prefiero los tres primeros. Es verdad que le falta desarrollo y profundidad en algunas cosas, pero engancha y entretiene, así que me viene perfecto. Besos.
¡Hola!
Pronto analizaré los dos últimos, que por cierto aún no he leído. La verdad es que estos libros te hacen pasar tan buen rato que se les perdona su falta de desarrollo en algunas partes 🙂
Muchas gracias por comentar, un beso!
En realidad August y Georgia dicen que hay otra chica de la selección con la que estarían bien si Maxon la eligiera y Kiera Kass nos deja con la duda de quién es la otra chica por lo que si si tiene sentido que Kriss estuviera aliada con ellos. Y respecto a Celeste eso también se explica realmente el comportamiento de ella es así por miedo a perder lo que tiene en su carrera como modelo y no se dio cuenta del daño que provocaba pero claro si somos como tú y criticamos a un escritor con talento que es más de lo que tú puedes decir que has echo es evidente que no nos dariamos cinta de la realidad y lo realmente profundo que es el libro
En ningún momento mi intención es criticar de forma negativa o destructiva a ningún autor ni ningún libro. Es más, a mis entradas las llamo análisis y no críticas. Mi intención es ofrecer mi punto de vista sobre la lectura y reflejar mis impresiones sobre ella, siempre desde el respeto y la admiración que siento hacia las obras y los autores, por lo que me entristece que tengas esa impresión y lamento que mi entrada o mi forma de expresar algunas de mis opiniones en esta entrada te haya podido inducir esa idea. Tampoco pongo en duda en ningún momento el talento de ningún autor, ni creo haber faltado al respeto a nadie. Personalmente la autora de estos libros me encanta, al igual que sus obras, y por supuesto que opino que tiene talento.
Por otro lado, no me conoces, así que no me puedes decir qué es lo que puedo decir que he hecho y lo que no, y creo que tu comentario es inadecuado y está fuera de lugar.
En cuanto al resto de tu comentario, tiene sentido que Kriss estuviera aliada con los rebeldes, pero bajo mi opinión me falta un poco más de explicación al respecto. Discrepo con respecto a que Celeste no se diera cuenta del daño que provocaba en los demás. Lo que la lleva a actuar así es el miedo a perder lo que tiene, sí, pero sus actos son tan mezquinos y despreciables que bajo mi punto de vista no resulta creíble que ella no sea consciente del daño físico y psicológico que causa en los demás, pues los realiza precisamente por eso, porque sabe que causa daño y eso perjudica a las demás. Por tanto, su cambio de parecer me parece irreal y demasiado repentino. Tampoco creo que nada de esto impida de alguna manera darse cuenta de la profundidad del libro.