Crónicas de la Torre III: La Llamada de los Muertos, de Laura Gallego

Crónicas de la Torre es una saga literaria de fantasía juvenil escrita por Laura Gallego García. En esta serie se nos relatan los hechos ocurridos en la Torre, una escuela de Alta Hechicería situada en el Valle de los Lobos. El tercer volumen de esta saga, “La llamada de los muertos”, ocurre un tiempo después de los hechos ocurridos en el segundo libro. Un nuevo y enigmático alumno llega a la Torre, mientras que un Oráculo vaticina una siniestra profecía que tendrá a los habitantes de la Torre como protagonistas.

SPOILERS

“La llamada de los muertos” se sitúa temporalmente un tiempo después de los hechos ocurridos en “La maldición del Maestro”. A pesar de que se introducen nuevos personajes, tan sólo Saevin es de destacar. Sin embargo, ni Saevin ni ninguna otra de las nuevas incorporaciones al elenco tiene gran profundidad ni perfilación, por lo que quedan un tanto planos. Por el contrario, los personajes nuevos de la anterior novela adquieren cada vez más madurez y recorrido, ganando en desarrollo.

Esto se nota especialmente en Salamandra y Jonás, que aparecen más mayores, maduros y experimentados en esta novela. La evolución de su relación, de amistad al principio y romance después, resulta muy realista y acertada a pesar de que la novela no se centre especialmente en ella. Pero, a pesar de que estos dos personajes muestren una gran evolución en este tomo, la evolución que más destaca es la de los personajes protagonistas de la saga: Dana, Kai y Fenris.

La relación entre Dana y Kai es realmente atípica y especial. El vínculo que los une es extremadamente fuerte. Es una relación que comienza en amistad, que gradualmente evoluciona a romance. Un romance imposible, inalcanzable. Kai y Dana comparten un tipo de amor romántico primero en el que el contacto físico como tal no existe, para después pasar Kai al cuerpo de un dragón. Han estado juntos, separados, sin poder tocarse y con posibilidad de contacto material, pero en cuerpos diferentes. Y a pesar de que son perfectamente conscientes de ello y han aprendido a vivir con ello, esto crea en ellos un anhelo cada vez mayor de poder ser una pareja humana. Es una situación complicada y compleja, bonita y triste a la vez, que hace desear a los lectores que el sueño de ambos se haga realidad y emocionarse cuando finalmente ocurre.

En cuanto a Fenris, es el personaje que más ha cambiado a lo largo de la saga. Su nueva vida como lobo lo convierte en el personaje con más evolución de estos libros. El hecho de haber encontrado gente como él y poder compartir su vida con otros que han pasado por lo mismo que él es algo que el personaje necesitaba y que lo libera de los miedos e incertidumbres que le atormentaban. A pesar de ello, el educado y enigmático mago elfo que conocimos en el primer libro continúa dentro de él, y no duda en acudir en ayuda de sus amigos cuando lo necesitan.

Con respecto a la trama, ésta gira en torno a la profecía del Oráculo al que acude Dana en busca de consejo. Este recurrente cliché es el detonante de todo lo que ocurre en esta novela, junto con el Momento. Sin embargo, se trata de un recurso bastante bien utilizado en este libro, pues el saber lo que va a pasar pero no de qué manera aporta un gran interés a la lectura, que se abre a diferentes interpretaciones de la profecía. Y, aunque su resolución no sea ni sorprendente ni inesperada para los lectores a pesar de las interpretaciones de los personajes, descubrirlo es bastante disfrutable, pues la lectura sabe jugar muy bien sus cartas.

Pero, con permiso de la profecía, el verdadero protagonista de la trama de esta novela es el denominado Momento. Es de apreciar la originalidad de la idea en la que la dimensión de los espíritus y la de los vivos se unan durante un breve periodo de tiempo. Este hecho enriquece y consolida un universo de lo más extenso que a lo largo de la saga hemos podido ir conociendo cada vez mejor.

Por otro lado, también hay que destacar una vez más los estupendos escenarios de esta novela más allá de la Torre, como esa exótica selva dentro del volcán en el que se oculta Morderek.

En definitiva, “La llamada de los muertos” es una tercera parte digna de las Crónicas de la Torre, entretenida e interesante, que juega muy bien con sus personajes y su trama, y que derrocha originalidad en este mundo de fantasía.

—Oye, Todd, esta persona ha leído la entrada y no ha publicado ningún comentario.

—Espera un poco, Tedd. Dale tiempo para que pueda escribirlo.

—No escribe nada, Todd. Que le haya gustado y no nos lo diga me pone de mal humor.

—Tranquilízate, Tedd. No es bueno para tu salud que te estreses.

—De acuerdo, Todd. Pero acuérdate de decirle que no incluya spoilers de otros libros en los comentarios de esta entrada.

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