“La Prisión de Black Rock” es una de las sagas del universo de Fernando Trujillo y César García, y se sitúa temporalmente diez años después de los hechos ocurridos en “El Secreto de Tedd y Todd”. “La Prisión de Black Rock Volumen 3” es el tercer volumen de los ocho que componen la saga completa. De lectura amena y ligera, cada volumen se lee rápido, debido también a su corta extensión. Este volumen 3 se aleja del tono de presentación de los dos volúmenes anteriores para dar lugar al comienzo del desarrollo de la historia, debido a que las subtramas de los diferentes personajes se van enredando entre sí cada vez más, en una historia que poco a poco se va consolidando con el resto de los libros de los autores.
Ahora sí que sí, los caminos de los diferentes personajes, que se han ido cruzando por aquí y por allá, se relacionan cada vez más. En esta saga prácticamente todos los personajes, que al principio parecía que no tenían nada ver entre sí, se relacionan unos con otros de una manera mucho más profunda de lo que parecía inicialmente. Esto crea un laberinto y enredo de personajes y tramas de lo más disfrutable. Sin embargo, y por lo menos por ahora, el personaje central que parece unir a todos los demás es Dylan Blair. Soy muy fan de este personaje, especialmente desde que descubrí su afición por Iron Maiden (genial esa descripción de Eddie, el monstruo del grupo, de la sudadera de Dylan). Mantiene esa actitud despreocupada y un poco pasota, pero en el fondo lo tiene todo muy bien pensado y no hace nada a la ligera. Por fin descubrimos que fue él el que tendió la trampa y encerró a Kevin en Black Rock, y esto sumado a la conversación nada fortuita que mantiene con él en el patio de la prisión y sus peticiones a Wade para capturar a gente nos hacen ver que Dylan planea algo, algo que tiene que ver con encerrar a un tipo de gente en concreto en Black Rock, algunos de ellos idénticos entre sí. Esto podemos verlo con Kevin y Dorian, y Elliot y el testigo muerto viviente Teagan que era igual a alguien que ya capturó Wade (y que extrañamente resucita cuando le ponen el anillo de Black Rock) en la última página del volumen, aunque no tenemos ni idea por qué hay personas iguales. Además, en este volumen se da una mayor importancia a los anillos de Black Rock. No sólo resucita Teagan con uno de ellos, sino que se hace hincapié en que Kevin no lo lleva en el dedo correcto. Asimismo, Andrew le da su anillo a Randall, y mientras que Randall se cura, Andrew pierde su fuerza al no llevarlo. Sin duda, ese anillo tiene que tener algo que ver con los de Black Rock. Por otro lado, el anciano Freddy no lleva anillo de Black Rock, cuando el jefe Piers especificó que todos los presos debían llevarlo. Pero Freddy asegura que él no necesita anillo.
En cuanto a personajes nuevos, tenemos al padre Cox, que mantiene una conversación con su hermano, preso en Black Rock, pero que no sabemos quién es. De momento, estos personajes no se han relacionado con los otros que ya conocemos.
Por otro lado, tenemos a Paul Miller, cuya situación es tan espeluznante que resulta incluso cómica. El pobre se desmaya por segunda vez después de que el cadáver de Randall se levante y abra los ojos, que seguimos sin saber qué tienen de particular. Por si este tercer susto que se lleva después de lo de su jefa y lo de Teagan no fuera poco, además Randall lo cambia por él mismo en la bolsa de cadáver, con lo que acaba en el FBI sin que los agentes comprendan cómo. Todo esto ha sido demasiado para Paul, que empieza a sucumbir a la locura.
Al menos, ahora sabemos que Randall, Andrew y Rachel se conocen y que fueron víctimas de torturas y experimentos en un laboratorio, en el que trabajaba, entre otras personas, Terrence. Sabemos que se esconden de unos perseguidores, que son el perro Zeta y el chico rubio. ¿Tienen Zeta y el chico algo que ver con ese laboratorio y esos experimentos, o persiguen a estos personajes por otro motivo? ¿Con qué fin?
Y hablando de Rachel (que acaba vendiendo a Andrew al chico y Zeta), resulta que el abogado para su divorcio no es otro que Stanley, que llega tarde a su cita con ella por la hija de Kevin, Stacy, y al que Sonny da una misteriosa carta para Alice en el juicio por el asesinato de Derek. De Sonny también descubrimos algo más, que ha sido enviado a Black Rock por una misteriosa mujer que no conocemos. Una mujer que resulta ser ciega y que lleva un bastón, exactamente como Dylan. ¿Quién es esta mujer y por qué es como Dylan? ¿Qué pretende al introducir a Sonny en Black Rock?
En este volumen por fin conocemos qué tiene de particular la prisión de Black Rock y por qué se diferencia del resto de cárceles. La división de los presos en barracones, la asignación de una mesa de comedor a cada barracón, los misteriosos juegos de Black Rock cuyo resultado se puede consultar con los números del techo del comedor y, sobre todo, el bosque cubierto de niebla que hay que atravesar cada noche para llegar a un barracón, cuya caldera se alimenta con una desconocida piedra negra, atravesando un frío gélido, hacen de Black Rock un lugar de lo más extraño. No sabemos en qué consisten esos juegos de Black Rock, pero sí sabemos que se juega por barracones y que es mejor ganarlos. Por el recorrido de Kevin, Elliot y Stewart, parece que en el bosque habitan unas extrañas criaturas invisibles, pues Kevin siente su presencia y la presión cuando lo sujetan. Y quien le ayuda a liberarse de esas criaturas es un hombre en un traje negro que aparece de la nada. Por supuesto, no hay forma de entender nada. Los demás presos hacen guardia en el barracón durante la noche, y el hecho de que las ventanas permanezcan cerradas y con candados significa que se están protegiendo de lo que sea que habita en el bosque de noche. Además, otro lugar de Black Rock al que se hace mención son las minas, donde al parecer mandan a los presos que no cumplen las normas, y no parece ser tampoco un lugar agradable. Sin duda, la prisión de Black Rock es un escenario escalofriante y terrorífico que no decepciona las expectativas que pudiéramos tener.
Un apunte a tener en cuenta es la misteriosa niña a la que Stewart llama en el barracón, y que es el motivo de que escape por la ventana y de que el jefe ordene a Elliot a ir en su busca, pues él es el responsable de abrir la ventana con el cómico fin de airear sus apestosos zapatos. Pero, esa niña, su fijación por las sombras, ¿Son simples majaderías de un loco, o será algo más?
Además, no podemos olvidar esa extraña conexión que tienen Dorian y Kevin en la escena del bidón de gasolina. ¿Cómo es posible que Kevin supiera lo que había dentro del barril, y el propio hecho de que allí había un barril, si no conocía el sitio? ¿Por qué Dorian siente esa repentina necesidad de tirar la colilla por la ventana, si no sabía que fuera estaba Kevin con el bidón de gasolina?
Por último, hay que mencionar la aparición de otros dos nuevos personajes en esta saga: Tedd y Todd. El jefe Piers ve salir al anciano y al niño del despacho de Dylan, sin que lo miren directamente. Unos personajes que aún no conocemos en esta saga, pero que sin duda darán mucho juego.
CONEXIÓN CON OTROS LIBROS
En este tercer volumen de “La Prisión de Black Rock” podemos hallar referencias a estas otras novelas (no leer la conexión
si no se ha leído dicha novela).
El Secreto de Tedd y Todd
Por fin aparecen Tedd y Todd. Tienen que estar mezclados en este enredo de algún modo si acaban de visitar a Dylan. ¿Por qué esa visita? Sus apariciones nunca son fortuitas. Según “El Secreto de Tedd y Todd”, ¿el trato con Dylan no era participar en el juego de Londres cuarenta años después? De momento, solo han pasado diez años. Además, sabemos por el volumen anterior que el Big Ben ya no existe, e incluso tuvimos un breve encuentro con Aidan. ¿Qué estarán tramando esta vez el anciano y el niño de ojos violetas?
La Guerra de los Cielos
La mención a la niebla se hizo ya en volúmenes anteriores, pero en este tercer volumen se ha hecho más evidente aún al tener que atravesarla para llegar a los barracones. Sin duda, esas menciones a la niebla y a las sombras por parte de Stewart no pueden ser casualidad.
Sal de mis Sueños
En el quinto sueño del protagonista, se encuentra en el escenario de Black Rock, en concreto, en el momento en el que Kevin y Dylan pasean alrededor del patio. Hay mención a los autobuses, al jefe Piers y su porra Carlota, a Kevin y Dorian, idénticos con diferente color de pelo y ojos, y a Dylan, con su bastón y su sudadera de Iron Maiden.


—Oye, Todd, esta persona ha leído la entrada y no ha publicado ningún comentario.
—Espera un poco, Tedd. Dale tiempo para que pueda escribirlo.
—No escribe nada, Todd. Que le haya gustado y no nos lo diga me pone de mal humor.
—Tranquilízate, Tedd. No es bueno para tu salud que te estreses.
—De acuerdo, Todd. Pero acuérdate de decirle que no incluya spoilers de otros libros en los comentarios de esta entrada.