Las Manzanas (Hallowe’en Party), de Agatha Christie

“Las Manzanas”, nombrado originalmente como “Hallowe’en Party”, es uno de los innumerables títulos escritos por la reina del misterio Agatha Christie. Fuente de inspiración para la película “Misterio en Venecia”, dirigida por Kenneth Branagh, “Las Manzanas” trata sobre el asesinato de una niña ahogada en un barreño de manzanas durante la celebración de una fiesta de Halloween. Alertado por una de las asistentes a la fiesta, el detective Hércules Poirot será el encargado de investigar este caso y tratará de descubrir al misterioso asesino.

“Las Manzanas” tiene el inconfundible sello de Agatha Christie. Un asesinato que nadie presencia, un asesino misterioso, declaraciones de personajes, detalles, objetos, periodos de tiempo que marcan el orden de los hechos, y un detective que dará cuenta de todos y cada uno de estos aspectos para resolver el caso son los ingredientes principales y característicos de sus novelas.

Al igual que el resto de libros de Agatha Christie, “Las Manzanas” presenta ese misterio clásico de otra época, en la que las investigaciones del detective se basan en observaciones, deducciones lógicas y conversaciones con los testigos y los sospechosos, mostrando ese encanto típico de este tipo de libros.

En el caso de “Las Manzanas”, se trata de una novela cuyo eje principal gira alrededor de las conversaciones de Hércules Poirot con los asistentes a la fiesta en la que ocurrió el asesinato. Pero, al contrario que en otros títulos como “Asesinato en el Orient Express” o “Muerte en el Nilo”, en “Las Manzanas” no hay muchos más hechos destacables aparte del asesinato de Joyce. El único que resalta es el del otro asesinato que ocurre en la novela, el de Leopold Reynolds, hermano de Joyce.

El resto del libro trata sobre las presentaciones de los diferentes personajes, las relaciones que ocurren entre ellos y las charlas que mantiene Poirot con unos y con otros, que lo van conduciendo hacia la resolución del misterio a través de la indagación de otros crímenes antiguos ocurridos. Así pues, esta novela tiene una trama bastante compleja, pero al no tener muchas escenas destacables, es posible que su lectura se haga un poco menos interesante que otras.

Aun así, “Las Manzanas” es un buen libro, que hace participar al propio lector en el misterio que se está resolviendo, haciendo de ésta una lectura disfrutable que invita a la atención y a fijarse en los detalles.

En especial, el detalle clave de este misterio es el agua. Como bien indica Poirot, el asesino debió acabar empapado después de matar a Joyce, y esto nos lleva inevitablemente a Rowena Drake, que acabó empapada supuestamente tras el incidente con el jarrón. Tras las investigaciones de nuestro detective, esta señora era la única persona que acabó empapada de agua en la fiesta, y esto nos lleva a descubrir que era una de las implicadas.

Sin embargo, uno de los puntos fuertes de este libro es que no consta de un único asesino, sino que son dos las personas relacionadas con el crimen. A esto nos llevan las investigaciones de Poirot sobre los asesinatos ocurridos hace años en el vecindario, algo clave en esta novela, y quizá lo responsable de que en ella no ocurra nada más digno de mención aparte de los dos asesinatos.

La lectura y las investigaciones de Poirot se centran más en entender esos crímenes del pasado, como el de una au pair, un joven o una maestra, que en el propio asesinato de Joyce. Y, si bien el ir descubriendo las relaciones que hay entre esos crímenes entre sí y con el de Joyce es interesante, este planteamiento hace que la lectura se desluzca bastante.

Así pues, todo esto nos lleva al otro culpable de esta novela, Michael Garfield, y a su relación con la señora Drake. Las interacciones que mantiene con Judith Butler, amiga de Ariadne Oliver, a su vez amiga de Poirot, y su hija Miranda, terminan de dar la pista definitiva sobre él.

Por otra parte, quizá el punto más débil de esta novela sea la ambientación. Mientras que la atención de la novela se centra en los personajes y en las tramas de investigación de Poirot, no hay lugares ni escenarios realmente relevantes, como puede ser Egipto en “Muerte en el Nilo” o el propio tren en “Asesinato en el Orient Express”. Esto, sumado a que la trama va decayendo cuando deja de centrarse en el asesinato principal, hace que esta novela de Agatha Christie quizá no esté a tan alto nivel como otras.

En resumen, “Las Manzanas” es una novela interesante, que quizá no luzca tanto como otros títulos de la autora más impresionantes y se quede en un notable en vez de un sobresaliente, pero que esconde una complejidad en su trama que le hace ganar puntos, a la vez que mantiene la incertidumbre sobre quién es el verdadero asesino.

—Oye, Todd, esta persona ha leído la entrada y no ha publicado ningún comentario.

—Espera un poco, Tedd. Dale tiempo para que pueda escribirlo.

—No escribe nada, Todd. Que le haya gustado y no nos lo diga me pone de mal humor.

—Tranquilízate, Tedd. No es bueno para tu salud que te estreses.

—De acuerdo, Todd. Pero acuérdate de decirle que no incluya spoilers de otros libros en los comentarios de esta entrada.

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