Las Pruebas, de James Dashner

Tras una primera parte insuperable, la segunda parte de “El Corredor del Laberinto”, “Las Pruebas”, de James Dashner, es una más que digna continuación, una historia fascinante que se mantiene perfectamente al nivel de su novela predecesora, a pesar de que el universo cambie por completo y nos introduzca en un mundo post-apocalíptico que apenas podíamos esperar cuando leíamos el primer libro, volviéndose la historia aún más terrorífica y dura, con capítulos de auténtico terror, consiguiendo que el Laberinto no parezca más que un juego de niños.

 SPOILERS

Uno de los aspectos más fascinantes de esta novela es su sorprendente originalidad. El libro es una consecución de acontecimientos sin sentido, extraños, que aparentemente no tienen nada que ver unos con otros, a cada cual más escalofriante y cruel, y que nos van horrorizando por completo a lo largo de toda la lectura. Nada más empezar se nos da unos breves instantes de paz en los que nuestros protagonistas pueden descansar brevemente, pero que ya no volverán a encontrar. Y tras ello, un palo tras otro. Los cadáveres de los supuestos rescatadores colgando del techo, su inminente desaparición, el cambio de Teresa por Aris, la charla del Hombre Rata. Una serie de sucesos que descolocan al lector, que ya no sabe qué esperar. Más o menos se puede intuir que todo está orquestado por CRUEL, tal y como refuerzan las palabras que el Hombre Rata dirige a los muchachos, una charla que los lectores esperábamos como agua de mayo desde el primer libro en busca de la más mínima pista que le dé un sentido a todo esto. Sin embargo, aún es imposible encontrarlo, no hay explicación alguna más allá de los patrones que quieren estudiar en ellos, que no resulta suficiente, por lo que la intriga se mantiene.

Una de las grandes bazas del autor es haber establecido más de un laberinto en las pruebas de CRUEL. Un laberinto a la inversa del que hemos conocido, en el que todas las enviadas son chicas y por último un chico. Esto hace que el universo, que en el primer libro se limitaba a un único laberinto durante casi toda la novela, se expanda enormemente. Es como si a los lectores nos quitaran una venda de los ojos para que descubramos el inmenso y complejo mundo que realmente hay detrás del Laberinto, y que éste último, que tan magistralmente se nos dio a conocer, no es más que una parte de un todo mucho más extenso.

Al igual que en el primer libro, la información se nos sigue proporcionando a cuentagotas, pero, a pesar de ello, nos encontramos algo más situados. Tal y como dice el Hombre Rata, todo lo que les pasa a los chavales va enfocado a estudiar sus reacciones, pero sin llegar a ser un experimento del todo. Es un programa, un programa en el que se potencian las zonas letales y se recogen los patrones resultantes para conseguir un gran avance en la ciencia y la medicina… pero aún no sabemos cuál. Como grandes incógnitas de la trama queda conocer también por qué se escogieron esas pruebas, qué patrones y variables son los que se quieren recoger y por qué, y qué relación hay entre todo esto y la ciencia y la medicina. Lo único que se nos menciona es que si responden bien y sobreviven habrán participado en la salvación de la raza humana, pero una vez más tan sólo podemos suponer el cómo.

Aun desconociendo todo esto, el libro engancha de la misma manera del primero. Las situaciones que se nos plantean son tan sorprendentes como impactantes, y el autor hace gala de una gran imaginación.

Una vez que se nos ha puesto en situación y entendemos un poco mejor de qué va el asunto, comienza la fase 2: las pruebas. Y si todo lo anterior parecía retorcido, peligroso o cruel, descubrimos que aún no habíamos visto nada. Tras una horripilante travesía por la oscuridad de los túneles en el que una sustancia plateada corta las cabezas de la gente dejándonos absolutamente traumatizados, atravesamos el desierto y sobrevivimos a una descomunal tormenta eléctrica para llegar a una ciudad derruida por las erupciones solares que asolaron la Tierra, un escenario propio de un futuro de ciencia ficción en el que Dashner aprovecha bien sus posibilidades llenándolo de raros, personas que tienen una enfermedad llamada el Destello y que los hace sucumbir a la locura.

Y es que el Destello y los raros son los pilares fundamentales del libro, más que los mismos protagonistas o que las pruebas en sí. Es una enfermedad que nos hace estremecernos viendo de primera mano cómo afecta al cerebro de las personas. Los raros no son los típicos zombis de las historias post-apocalípticas, de ficción o de terror. Mientras que estos son no muertos y casi ni se los puede considerar humanos, los raros son personas normales que poco a poco se van volviendo locas. No están muertas, son gente que hace poco tenían vidas normales como puede ser también en los zombis, pero el hecho de que aún sean seres humanos y que su paso a la locura ocurra de forma gradual y que sean conscientes de ello los hace mucho más terroríficos que cualquier zombi. Un zombi no está loco, ni siquiera quizá se lo pueda considerar persona, pero un raro sí. Hay una diferencia importante en la que Dashner, en vez de ofrecernos los típicos monstruos que estamos hartos de ver en las películas y series, crea en su universo algo muy diferente y bastante más escalofriante, simplemente, un mundo en el que la gente es llevada a la locura más extrema a través de una enfermedad, mostrándonos abiertamente en lo que se pueden convertir, y en cómo la vida en una ciudad llena de gente así se convierte en una lucha por la supervivencia.

Sin duda la enfermedad el Destello es uno de los aspectos más impactantes de la historia. Tras la travesía por el desierto, el extraño encuentro con dos ciudadanos y la brutal tormenta eléctrica los personajes llegan a la ciudad, en la que tienen lugar las escenas más escalofriantes de la novela. Es imposible que el señor Nariz y sus amigos no nos pongan los pelos de punta, pues la lectura trasmite a la perfección el miedo y la tensión de ese encuentro con los raros idos en los subterráneos de la ciudad, introduciéndonos por completo en la historia en una escena más propia de un thriller o de una película de terror.

El segundo encuentro con los raros también resulta extraño, pues la situación es tan absurda como peligrosa. El autor pone mucho cuidado en que se diferencien bien las diferentes fases del Destello, mostrándonos completamente locos a los raros más idos y ajustando esas dosis de locura en los raros que aún no han pasado ese límite, como los que guían a Thomas y Brenda hasta la fiesta a base de pistola. Esa apariencia de persona normal con ese brillo de locura en sus ojos, reforzado esto último por sus actos, hacen que estos raros también den miedo a su manera, manteniendo así la tensión y sensación de alarma permanente en la situación.

En este punto de la lectura ya conocemos a dos nuevos personajes principales, Jorge y Brenda, dos raros aún no idos que ayudan a nuestros protagonistas a cambio de la promesa de una cura. Son dos personajes que aportan frescura a la lectura, con muchos matices y personalidades muy definidas, especialmente Brenda, que es a la que mejor llegamos a conocer pues es la que aparece más tiempo en lectura de los dos.

Después de pasar la ciudad llega el momento en el que el grupo B, con Teresa a la cabeza, tiende una emboscada al grupo A para raptar a Thomas. El cambio de actitud de Teresa nos deja bastante descolocados, a pesar del extraño comportamiento que mantiene durante todo el libro, y con el que se la puede ver venir (recordemos además la inscripción de “la traidora” de su puerta). Aún así, a Teresa se le va por completo la cabeza, llegando a ser bastante violenta y arrastrando con ella al resto de chicas, resultando al final un tanto odiosa, no solo para Thomas sino también para los lectores. El numerito que monta con Aris obligando a Thomas a entrar en la habitación verde es otro de los extraños sucesos del libro a los que es imposible encontrar sentido, incluso cuando descubrimos que Teresa tan sólo hace lo que CRUEL le había ordenado. Esto provoca un cambio interesante en el personaje y en la historia, pues ya no sabemos si Teresa es de fiar, y la actitud de Thomas hacia ella cambia por completo.

La batalla final con la versión mejorada de los laceradores es tan emocionante y siniestra como la del primer libro, y finaliza una etapa de pruebas a cada cual más cruel que la anterior en la que nuestros pobres protagonistas no hacen más que sufrir. Es un libro muy intenso, más que el primero, un libro en el que no dejan de pasar cosas que no nos dan ni un momento de respiro, sin que entendamos bien qué es lo que CRUEL pretende con ellas, lo que genera en el lector una ansiosa necesidad de explicaciones que no se ve satisfecha en esta novela, el único punto débil de la misma. Sin embargo, se le perdona al ser una segunda parte y quedar aún una novela más en la encontrar dichas explicaciones a todo lo acontecido.

Los escenarios son espectaculares, la imaginación del autor es desbordante, la trama es original y sorprendente, y los personajes continúan bien definidos y van adquiriendo más profundidad. Los ya conocidos se reafirman, como Thomas, algo más marcado que en el primer volumen, y Minho y Newt, uno adquiriendo un papel de líder del que carecía y otro que pierde protagonismo sin abandonar su esencia. Teresa por su parte adquiere un trasfondo interesante, y las nuevas incorporaciones como Aris, las chicas del grupo B y Jorge y Brenda aportan mucho a la lectura.

“Las pruebas” es un digno sucesor de “El corredor del laberinto”, mantiene la esencia de este universo expandiéndolo hasta límites insospechados en la primera novela, volviéndose la historia aún más violenta y terrorífica, ampliando este mundo post-apocalíptico y sabiendo aprovechar todo su potencial, creando un gancho en el lector que resulta casi enfermizo, y que lo emociona, aterroriza y sorprende a partes iguales. Una historia única, con una falta de sentido de los acontecimientos que en realidad no es tal, pues es el plan de CRUEL, aunque sí se echa en falta algo más de explicación con respecto a este programa. Porque toda esta trama está muy bien, lo de los cadáveres colgados, la sustancia plateada, el desierto, la tormenta, la ciudad y los raros, la traición de Teresa y la lucha final, pero si la tercera parte no da una buena explicación a qué y cómo CRUEL pretende conseguir con las pruebas, la historia no se cerrará bien, no quedará redonda y es algo que, viendo el nivel de la saga, es inconcebible. Y, a juzgar por todo lo leído en el primer y segundo libro, la explicación a los patrones que estudian y porqué hacen pasar a los jóvenes por esas variables debe ser larga y sustanciosa. Aún así, los dos primeros libros de esta trilogía mantienen un nivel estelar.

—Oye, Todd, esta persona ha leído la entrada y no ha publicado ningún comentario.

—Espera un poco, Tedd. Dale tiempo para que pueda escribirlo.

—No escribe nada, Todd. Que le haya gustado y no nos lo diga me pone de mal humor.

—Tranquilízate, Tedd. No es bueno para tu salud que te estreses.

—De acuerdo, Todd. Pero acuérdate de decirle que no incluya spoilers de otros libros en los comentarios de esta entrada.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

2 comentarios en “Las Pruebas, de James Dashner”

  1. Cuando recién iba a salir la ultima película me daba mucha curiosidad leer los libros, estuve a punto de comprarlos hasta que me enteré de todo el escándalo de acoso sexual y que de hecho él lo admitió, así que decidí no leer nada del autor.
    Buena reseña, me gusta que haya spoilers xD Saludos 🙂

    1. Analista de Libros

      No tenía ni idea de lo del escándalo de acoso sexual del autor.
      ¡Me alegra que te haya gustado que tenga spoilers!
      Un saludo.

A %d blogueros les gusta esto: