“Los Bridgerton” es una serie de novelas románticas escritas por Julia Quinn que se han vuelto muy populares gracias a su adaptación en serie por parte de Netflix. Se trata de una saga de ocho libros, cada uno dedicado a un hermano de la familia Bridgerton, en la que se nos narran sus aventuras y desventuras en la alta sociedad londinense del siglo XIX.
“Buscando esposa” es el octavo libro de esta serie. En ella se nos relata la historia de Gregory, el séptimo hermano Bridgerton y el último de ellos en encontrar el amor. A pesar de ser la novela que cierra la saga, es una de las mejores dentro de los Bridgerton, con una trama que se va complicando cada vez más, aumentando el interés sobre la historia y los personajes, y con unas situaciones tan sorprendentes como emotivas.
SPOILERS
Si bien muchas de las novelas de los Bridgerton son quizá demasiado simples, aunque sin dejar por ello de ser entretenidas, no es el caso de “Buscando esposa”. En esta novela ocurren muchísimas cosas y a cada una de ellas se le dedica un tiempo y espacio necesario, lo que la convierte, posiblemente, en el libro de los Bridgerton con mejor ritmo. Además, el hecho de que la historia se vaya complicando cada vez más, que llegue constantemente hasta una situación que los lectores pensamos que va a ser el culmen para luego ir a más, le hace poseer una intriga, y una sensación de no poder dejar de leer para ver cómo se resuelven las cosas, muy superior al resto de su saga.
Y es que sólo con el arranque la novela hace gala de una gran potencia. En una sociedad tan poco permisiva en la que tanto se quiere evitar el escándalo, Gregory irrumpe en una iglesia con la intención de detener una boda, haciendo una declaración de amor delante de los estupefactos novios y presentes. Con una absoluta falta de contexto en este prólogo, los lectores solo podemos desear leer más para conocer cómo es posible que se haya llegado a esta insólita situación.
Pero antes de llegar a dicho momento, la trama nos conduce por muchos otros derroteros. Nos presenta a Lucy Abernathy y a su amiga Hermione Watson, el fugaz “enamoramiento” de Gregory por Hermione, el comienzo de la amistad entre Gregory y Lucy, el “enamoramiento” de Hermione por el secretario de su padre que luego resulta no ser tal, la aparición de Richard, el hermano de Lucy, y su escarceo con Hermione que termina en matrimonio, el desengaño de Gregory, el enamoramiento de Gregory y Lucy y la inminente boda de ella con lord Haselby. La trama es un enredo delicioso, en el que, a pesar de que los lectores sabemos qué dirección tomará, los hechos ocurren de una forma que hace que no sean tan previsibles.
Incluso en un principio la trama juega con el hecho de que los personajes de Hermione y Lucy tengan intención de casarse, haciendo dudar al lector de quién será la boda que Gregory interrumpe a pesar de que Lucy tenga más papeletas en este aspecto, lo que da mucho interés a la lectura.
De esta manera, la lectura finalmente llega al punto que avanzó el prólogo, y uno podría pensar que se trataría del final. Porque, hasta ahora en esta saga, una boda era un punto de no retorno. Una vez que dos personas pronunciaban sus votos matrimoniales, ya no había nada que hacer. Y, por eso, la idea que se hace el lector es que Gregory interrumpirá la boda justo a tiempo, que quizá contaría con el favor de Haselby (porque si dependiera solo de Lucy no se resolvería el asunto del chantaje) y que Lucy quedaría libre para irse con él. Pero nada más lejos de la realidad. Gregory irrumpe desesperadamente en la ceremonia, justo después de que se pronuncien los votos matrimoniales, arma una escena, hace su declaración de amor, pide a Lucy que se case con él… y ella le responde que no.
Es una situación inverosímil, sorprendente, que no es la esperada. Habría sido más sencillo tomar el camino fácil y resolver en ese momento todo el conflicto. Ese camino fácil es el que suelen tomar otras tramas de otras novelas de los Bridgerton, pero “Buscando esposa”, para gozo de los lectores, se reserva más complejidad para el final.
Y la cosa aún no acaba ahí. La boda y la posterior celebración continúan, lo que no deja de aportar cierta sensación de irrealidad, de que lo normal en estas lecturas sería que ya se hubiera solucionado el tema, que no es habitual que hayamos llegado hasta este punto. Y, sobre todo, nos hace preguntarnos cómo se va a arreglar esta situación si Lucy y Haselby ya están casados.
Pero entonces aparece de nuevo Gregory, le sonsaca a Lucy la verdad sobre el chantaje en el que ella está irremediablemente atrapada y va en busca de Haselby, Hermione y Richard, las únicas personas que pueden ayudarle. Y, cuando parece que ya sí se va a solucionar el entuerto, de nuevo se tuercen las cosas cuando vuelven en busca de Lucy y no la encuentran.
La situación es un in crescendo constante, en la que no paran de ocurrir cosas que los lectores no nos esperamos, que ofrece mucho más de lo que se le pide y se espera, con una trama que hace gala de una complejidad y enredo que, a pesar de que sí son propios de la serie que adapta los libros, no lo son tanto de los libros en sí, y que sorprende hasta el final. Un final en el que resulta que el tío Robert adopta el papel de villano, y en el que se da una situación tensa e incluso violenta cuando los personajes se apuntan con las pistolas unos a otros.
Así, “Buscando esposa” cuenta con una de las mejores tramas de la saga, pero también hace gala de un buen desglose de personajes. Hermione Watson, Richard, el tío Robert, lord Haselby y su padre lord Davenport son los nuevos personajes de esta novela, todos con una personalidad definida e importancia en una trama que sabe muy bien jugar con ellos, lo que convierten este libro en la novela de los Bridgerton con más personajes secundarios.
En cuanto a los protagonistas, la lectura nos da la oportunidad de conocer un poquito mejor a Lucy que a Gregory. La personalidad de Lucy queda perfectamente definida y la comprendemos durante toda la novela. Además, tanto Lucy como Gregory evolucionan notablemente a lo largo de la historia, Lucy comprendiendo su meticulosidad por hacer lo correcto y no mirar por ella misma, y Gregory aprendiendo a luchar por aquello que le importa, lo que hasta ahora no había tenido la necesidad de hacer.
Por su parte, Gregory es el menos definido de los varones Bridgerton. Posee la determinación de Anthony, el romanticismo de Benedict y el encanto de Colin, pero no sobresale en ninguna cualidad más allá que lo distinga. Incluso al principio da la sensación de ser un personaje un poquito plano, hasta que su amor por Lucy y las circunstancias le hacen pelear con uñas y dientes por los sentimientos de ambos. Y es que Gregory es el Bridgerton al que más dificultades se enfrenta en el amor, que más debe luchar por alcanzar su felicidad y la de su pareja. A pesar de que la situación se complica cada vez más, no se rinde en ningún momento, y su tenacidad y valor son dignos de admiración. Asimismo, su desesperación y las locuras que le llevan a cometer lo convierten en un joven enamorado absolutamente adorable.
Además, Gregory se enfrenta a una situación de lo más complicada que logra solucionar él solo, con éxito. Al ser el séptimo de ocho hermanos y perteneciente a la familia Bridgerton, podría haber sido de esperar que recurriera a su poderosa familia para resolver la situación. Sin embargo, y a pesar de que cuenta con la ayuda de su madre y Daphne para invitar a Lucy a la fiesta, de Colin para velar junto a la casa de Lucy y de Hyacinth para defenderle a bolsazos de lord Davenport en la interrumpida boda, sus problemas los soluciona enteramente él, lo que le aporta una independencia y resolución que el personaje necesita.
Por otro lado, cabe destacar que a pesar del drama y de la frenética trama, la lectura hace gala de esas situaciones desternillantes tan divertidas y propias de la saga, como en la interrumpida boda de Lucy y Haselby, en la que se desata el caos en la iglesia ante el estupor de Lucy y la calma de Haselby, al que sólo le falta un cuenco de palomitas.
En definitiva, “Buscando esposa” es una novela estupenda, muy completa, que engancha desde la primera página y con una trama de lo más interesante. Un broche de oro para una saga divertida, amena y romántica, que cumple con creces su función de entretener, y que nos ha permitido conocer todas y cada una de las historias de amor de esta entrañable familia Bridgerton.

—Oye, Todd, esta persona ha leído la entrada y no ha publicado ningún comentario.
—Espera un poco, Tedd. Dale tiempo para que pueda escribirlo.
—No escribe nada, Todd. Que le haya gustado y no nos lo diga me pone de mal humor.
—Tranquilízate, Tedd. No es bueno para tu salud que te estreses.
—De acuerdo, Todd. Pero acuérdate de decirle que no incluya spoilers de otros libros en los comentarios de esta entrada.