Los Bridgerton 1: El duque y yo, de Julia Quinn

“Los Bridgerton” es una serie de novelas románticas escritas por Julia Quinn que se han vuelto muy populares gracias a su adaptación en serie por parte de Netflix. Se trata de una saga de ocho libros, cada uno dedicado a un hermano de la familia Bridgerton, en la que se nos narran sus aventuras y desventuras en la alta sociedad londinense del siglo XIX.

“El duque y yo” es la primera novela de esta serie, y nos relata la historia de Daphne, la cuarta hermana Bridgerton, con el duque Simon Hastings. Se trata de un libro romántico, muy ameno y divertido, nada pasteloso, que exhibe un gran equilibrio entre amor y ciertos toques de comedia, haciendo de ésta una lectura ligera y agradable.

SPOILERS

“El duque y yo” no es una lectura compleja. Tampoco se anda por las ramas. Va a lo que va, y de una forma muy directa. Los personajes, sus sentimientos y las relaciones entre ellos son los grandes protagonistas de este libro, y en ellos se focaliza toda la atención. Tanto es así que la novela apenas profundiza en la ambientación ni en las descripciones. Con un par de pinceladas sienta las bases del lugar en el que nos encontramos en cada momento, lo justo y necesario para que los lectores nos situemos, pero no más, para volver al momento con los personajes.

De esta manera, nos encontramos con una lectura sencilla y amena, fácil de leer. Una lectura romántica que en ningún momento se llega a hacer cursi gracias a unos protagonistas tan carismáticos como divertidos.

Daphne y Simon son unos personajes bien perfilados, cuyas personalidades quedan perfectamente definidas a lo largo de la lectura. La química entre ellos está muy bien llevada desde el primer momento en el que se encuentran. El descaro y la inocencia de Daphne y la arrogancia y orgullo de Simon son los ingredientes principales en una relación que se cuece a fuego lento, que va evolucionando de interés y deseo a un amor cada vez más profundo.

Así, la lectura pasa por todas las fases de una relación desde la perspectiva de cada uno de sus protagonistas. Interés, atracción, deseo, enamoramiento, decepción, discusión, comunicación y reconciliación son muchas de las etapas que atraviesa esta joven pareja, con la particularidad de que inician esa relación de una manera que pretendía ser una mera fachada y que, inevitablemente, termina en más.

Uno de los puntos fuertes de esta novela es que presenta unos personajes bien construidos y, sobre todo, reales. Todos ellos, y en este libro especialmente Simon y Daphne, presentan sus virtudes y defectos, que los humanizan y los hacen más cercanos. No son perfectos, cometen errores continuamente, y eso no solo les aporta realismo, sino que también influye en su evolución.

En el caso de Simon, se nos presenta a un duque tan atormentado por su pasado que se crea una fachada que oculta cómo es realmente. Su obsesión por su padre es tal que condiciona toda su vida por ello. Su trauma es doloroso, y el intentar obtener la aprobación de su padre, seguido del rechazo de éste para desembocar en el rencor y despecho que finalmente adopta le afectan profundamente, mucho más de lo que él está dispuesto a admitir. De esta manera, hasta que Daphne no le enfrenta a ello, no consigue aceptarlo y superarlo.

Por su parte, Daphne cree, en un principio, que puede ayudar a su marido sea cual sea su tipo de resentimiento. Pronto descubre que no es tan sencillo, y esto le hace crecer, madurar y evolucionar. Al igual que Simon, también comete errores que le hacen darse cuenta de que el mundo y las relaciones son más complejas de lo que parece en un principio. Este camino de errores y aprendizaje es lo que les lleva a solucionar los problemas que se les presentan, consiguiendo finalmente llevar una vida feliz.

La familia y la importancia de su influencia en sus vidas se muestra, sobre todo, en la forma de ser de los personajes principales. Mientras que Simon no ha podido crecer en un ambiente familiar, Daphne cuenta con una numerosa y afectuosa familia compuesta por su madre y sus hermanos, en la que la diversión está asegurada. Por ello, resultan muy tiernas las escenas que Simon comparte con la familia Bridgerton, mientras descubre el cariño, el respeto, el amor y la alegría que imperan en las relaciones entre ellos.

Y es que la familia Bridgerton es de lo más divertida. A pesar de que este tomo se centra en Daphne, nos presenta con más o menos profundidad al resto. El sentimiento paternal de los hermanos mayores, la pillería de los medianos, la energía y desparpajo de los pequeños y la resolución de la madre hacen de los Bridgerton una familia adorable.

En definitiva, “El duque y yo” es una novela ligera, amena, entretenida y divertida, con la dosis necesaria de erotismo y romanticismo que se espera de ella, con un extra de humor que le sienta de maravilla. Presenta personajes carismáticos y reales que absorben la atención de la lectura y hacen que no se eche demasiado en falta la falta de descripciones y de ambientación. Un agradable libro para pasar un buen rato.

—Oye, Todd, esta persona ha leído la entrada y no ha publicado ningún comentario.

—Espera un poco, Tedd. Dale tiempo para que pueda escribirlo.

—No escribe nada, Todd. Que le haya gustado y no nos lo diga me pone de mal humor.

—Tranquilízate, Tedd. No es bueno para tu salud que te estreses.

—De acuerdo, Todd. Pero acuérdate de decirle que no incluya spoilers de otros libros en los comentarios de esta entrada.

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