Si bien la adaptación de “Memorias de Idhún”, los libros de Laura Gallego, en formato serie de animación por parte de Netflix era un sueño hecho realidad para muchos, el resultado final ha dejado un sabor de boca un tanto agridulce para todos. La serie de Memorias de Idhún prácticamente murió antes de su estreno debido a la polémica desatada por el doblaje en castellano. Sin embargo, si dejamos de lado el tema del doblaje, la serie sigue sin estar a la altura esperada, a pesar de su completa fidelidad hacia la novela original. Pero, ¿por qué no ha triunfado la esperada adaptación de “La Resistencia”, primer libro de la famosa saga “Memorias de Idhún”?
Durante toda la serie no he parado de preguntarme cómo es posible que esta adaptación de Memorias de Idhún, algo que tantos soñábamos desde hace años, no solo no haya conseguido entusiasmarme, sino que me haya producido tanta indiferencia. ¿Cómo es posible que me dé exactamente igual que hayan cancelado la serie? ¿Que no me importe lo más mínimo que no haya temporadas del segundo y tercer libro? No estamos hablando de unos libros cualesquiera. Estamos hablando de “Memorias de Idhún”, la trilogía que marcó un antes y un después para tantos.
Hace catorce años yo era una fan idhunita, de las que releía los libros una y otra vez, de las que veía hexágonos por todas partes, de las que visitaba foros y páginas de Idhún por internet, de las que se compraba la agenda idhunita. “Memorias de Idhún” fueron los libros que marcaron mi adolescencia, y no he estado nunca tan obsesionada con una saga como con ésta, a excepción, claro, de Harry Potter. Así pues, no deja de impresionarme la completa indiferencia que ha generado en mí algo que catorce años atrás me habría vuelto loca.
Y me impresiona aún más sentirme así cuando considero que la serie no es ni mucho menos un despropósito, como sí que considero otras adaptaciones como las películas de “El Corredor del Laberinto”, “Insurgente”, “Leal”, o “Eragon”. No, la serie de “Memorias de Idhún” no llega a estar mal, pero su mayor problema es que tampoco llega a estar bien. Se queda en la indiferencia, en el meh, en el la visualizo y luego me olvido de ella, sin recordarla ni para bien ni para mal. Y viniendo del semejante boom que provocaron estos libros, y del gran cariño y nostalgia que muchos sentimos por ellos, un meh no era algo válido.
La serie es un quiero y no puedo, un lo intento y no lo consigo. Quiere ser mágica, quiere ser sorprendente, intenta ser épica, intenta ser absorbente. Pero no llega a serlo.
¿El problema es quizá que esta serie ha llegado demasiado tarde? No, en mi opinión. Releí “La Resistencia” hace apenas unos meses, y me emocionó tanto como hace años. Realmente me evocó un montón de sentimientos como los que sentí la primera vez que la leí, más allá del factor nostalgia.
¿El problema es el doblaje en castellano? El nefasto doblaje y la polémica que desató el primer tráiler sin duda enterraron a la serie. Ya nadie la recibió con las mismas ganas e ilusión que se tenían cuando se anunció su existencia. El doblaje en castellano de Memorias de Idhún carece de emoción, se siente como unos actores leyendo sin más unas frases, saca de la serie, chirría. Sí, es uno de los grandes motivos del declive de la serie incluso antes de su estreno. Pero no es el único.
Si el problema fuera sólo el doblaje, bastaría con ponerla en otro idioma. Pero la cosa es que, habiéndola visualizado en inglés en su totalidad, la serie sigue sin entusiasmarme. ¿Qué es, entonces, lo que falla? La serie es completamente fiel al libro, el diseño de los personajes me parece estupendo, no se deja ni una escena en el tintero. ¿Por qué no termina de funcionar?
Me he hecho esa pregunta en cada episodio. Y, sinceramente, no sé qué es lo que falla exactamente. No entiendo de guiones, ni de planos, ni de cámaras, ni de animación, ni de interpretación, ni de color, ni de fotografía. No entiendo lo suficiente de cine, ni de series. No sé lo suficiente como para analizar audiovisuales en sí mismos. Pero lo que sí sé es lo que me transmiten o lo que dejan de transmitir. Y con Memorias de Idhún, a medida que avanzaban los episodios, lo he tenido cada vez más claro.
Emoción. Eso es lo que falta. Que una escena clave haga querer saltar del asiento, ahogar un grito y llevarse las manos a la cabeza. Que si un personaje sufre, suframos con él, que si acaban de asesinar a los padres de Jack a nosotros se nos encoja el corazón como a él, que si Victoria se encuentra confusa por sus sentimientos empaticemos con esa confusión, que si Kirtash muestra unas de las evoluciones de personajes más fascinantes, se nos ablande el corazón junto a él.
Y esto va más allá del doblaje y de la animación. La emoción que transmite la serie se sustenta por la propia historia, sacada directamente de la novela, pero no se sirve de otros recursos que, como medio audiovisual, podría aprovechar.
Aquí es donde se echa muy en falta una buena banda sonora. Una banda sonora que realzara los momentos tristes, los momentos emotivos y los momentos épicos. Porque no es admisible que los momentos más épicos de la serie pasen sin más y se les conceda la misma importancia y tiempo que a otros menos trascendentales. No hay música que los enfatice, ni pausa que los remarquen y que les confiera esa solemnidad que su escena necesita. Y esa es la diferencia que hace que un momento épico pase de ser un momentazo a ser simplemente un hecho más. Esta epicidad es algo muy característico del anime, y en concreto algo que el anime japonés sabe hacer muy bien. Y es lo que se echa muy en falta en esta serie.
Así pues, se junta un doblaje desastroso, la polémica que suscitó, una animación que intenta ser original pero que no resalta y una prácticamente inexistente banda sonora, con una falta de emoción y epicidad y el descontento de la propia autora con la realización, debido al cambio en el casting de doblaje al castellano del que no fue informada. Y, por tanto, el resultado ha sido la cancelación de la serie y una sensación muy agridulce por parte de todos.
La idea de hacer una serie en vez de una película era buena. La idea de hacerla de animación en vez de live action era buena. Las intenciones eran buenas, y esto lleva mucho trabajo detrás que no hay que desmerecer o desprestigiar, ni mucho menos. Pero las cosas son como son, y, por lo que sea, no siempre terminan de funcionar. Con todo, lo único que nos queda es disfrutar de lo que tenemos y de sus aciertos, y soñar con lo que podría haber llegado a ser y no es.
HOLA HOLAAA!!
No sabía nada de esta animación, siempre me ha costado ponerme con estos libros pero quizás si que vea la animación
Un besote desde el rincón de mis lecturas💞
¡Hola! 🙂
Pues sí, esta adaptación existe. Si te cuesta ponerte con los libros puedes darle una oportunidad a la animación.
¡Muchas gracias por pasarte por el blog!
¡Besos!
¡Holaaaaa!
Ains que penita me da, y eso que todavía no la he visto. Lo haré, fijo que lo haré.
Como a ti, MDI marcó un antes y un después en mi vida, más que Harry Potter o cualquier otra saga. Y si, si lo leo hoy en día seguro que me seguiría gustando. Una pena que la serie se quede en meh, que lo intente pero no lo consiga, que le falte emoción real. Realmente el doblaje al castellano… no ayuda nada. Madre mía yo vi el trailer y tuve que quitarlo porque literalmente no lo aguantaba ni un segundo más jajaja
¡muchos besos!
¡Hola Irene!
Sí, da mucha pena que este proyecto no haya terminado de funcionar. Aún así, la serie tiene sus cosas buenas, que espero que disfrutes mucho cuando la veas. Lo mejor es que la visualices en otro idioma. Con el doblaje en castellano yo tampoco aguanté ni dos minutos.
¡Muchas gracias por tu comentario!
¡Besos!