Muerte en el Nilo, de Agatha Christie

“Muerte en el Nilo” es uno de los títulos escritos por Agatha Christie, la reina del misterio. En una travesía por el rio Nilo en Egipto, ocurre un asesinato que el detective Hércules Poirot, que se encontraba allí de vacaciones, deberá resolver. Se trata de una novela de misterio, intriga, una historia clásica de pistas, indicios y declaraciones de sospechosos que hacen que los lectores se adentren en la lectura y jueguen a elaborar sus propias teorías y conclusiones sobre el caso. Se trata de un libro redondo, perfectamente hilado, que cumple con creces en todo lo que se le puede pedir a una novela de estas características.

Leer a Agatha Christie es sinónimo de garantía. Sabes que el libro no va a fallar. Que el caso que nos presente será lo bastante enrevesado, que tendrá giros inesperados, que no será fácil vislumbrar la verdad, que jugará al despiste de una forma soberbia. Que una vez que se comienza la lectura hay que estar atento a cada detalle, a cada pista, a cada palabra. Que el crimen, los hechos y la investigación serán lo suficientemente elaborados como no defraudar. Y, sobre todo, que se va a disfrutar.

¡ATENCIÓN: SPOILERS!

Muerte en el Nilo cumple todas y cada una de esas premisas. La primera mitad del libro nos pone en situación, nos presenta a los personajes, la personalidad y las circunstancias de cada uno de ellos. La lectura se toma su tiempo, alterna a unos y otros, para que los lectores podamos quedarnos con sus nombres y su forma de ser a la vez que ya va preparando terreno para lo que se viene después.

En lugar de comenzar a saco con un crimen, la novela emplea media lectura en relacionar a los personajes entre ellos y en pasar por diferentes lugares y escenarios hasta llegar al barco, haciendo que la tensión entre ellos aumente cada vez más hasta llegar a un ambiente propicio para el asesinato.

Así pues, cuando ya se comete el crimen los lectores tenemos la suficiente información como para plantearnos nuestros propios sospechosos, e ir verificando o descartando nuestras propias teorías según la investigación avanza.

Sin embargo, no es un único crimen el caso a resolver en este barco. Uno de los puntos fuertes de este libro es que tiene un misterio principal a resolver, que es el asesinato de Linnet, pero tiene otros misterios secundarios. El hombre que persigue el coronel Race o el robo de joyas son otros de esos misterios que se dan en esta travesía y que ocurren de la mano de personajes que nada tienen que ver con el asesinato principal. De hecho, prácticamente todos y cada uno de los personajes tienen una historia secundaria a descubrir, que ofrecen señales durante toda la lectura que despistan del caso principal y alimentan el juego de la lectura. Esto hace que la novela sea mucho más compleja de lo que parece en un principio y que aproveche todos los recursos que ofrece de forma muy inteligente.

Así pues, el misterio principal de esta lectura, que es el asesinato de Linnet de la mano de Simon y de Jacqueline, se ve muy entremezclado con las otras subtramas de los personajes. Las historias de Pennington, Ferguson, la cleptomanía de miss Van Schuyler, el alcoholismo de miss Otterbourne o el robo de joyas por parte de Tim y Joanna no tienen que ver con ese asesinato principal, pero sirven de distracción para el lector, abren muchas posibilidades en el caso y dificultan vislumbrar la realidad entre tanta información, tal y como le ocurre al detective Poirot.

La cosa se complica aún más con los sucesivos asesinatos posteriores. Las muertes de Louise Bourget, la doncella, y de miss Otterbourne hacen que el ambiente de esta novela se vuelva aún más tenso y aumente la sensación de peligro. Además, juegan con el factor sorpresa, pues ya habiendo ocurrido un asesinato y al estar inmersos en su resolución uno no se espera los siguientes, particularmente el de miss Otterbourne y la forma tan inesperada en la que ocurre.

Por otro lado, estos asesinatos no sólo aumentan enormemente la emoción y el interés que ya tenía la novela, sino que también colaboran en el despiste general del lector con respecto al caso principal. Por supuesto, también ofrecen información sobre el mismo, pero de una forma tan sutil que su principal efecto es acentuar la confusión.

Uno de los grandes méritos de esta autora y esta novela es que en ningún momento esconde información a los lectores. Todas las señales e indicios están ahí desde un principio. Por ejemplo, en el primer encuentro entre Linnet y Joanna ésta ya muestra interés por las gemas de su amiga, o también en la primera conversación entre Tim y su madre, donde se hace referencia a la desaparición de alguna joya.

Las demás pistas vienen en forma de versiones de los sospechosos, de detalles o de reacciones de los mismos, pero la lectura nunca oculta nada al lector. De hecho, incluso ofrece escenas en las que Poirot no está presente, aunque luego alguien se las cuente, de modo que los lectores tenemos incluso más información que el propio detective del caso. Aun así, se logra esconder el misterio y mantener la intriga hasta el final, sirviéndose de ofrecer tanta información y posibilidades que sea difícil descifrar la verdad entre todas ellas.

En definitiva, “Muerte en el Nilo” es un derroche de inteligencia, de maestría, de saber hacer. Es un ejemplo de buena novela en todos los sentidos. No sólo ofrece un misterio y un suspense estupendos. También desarrolla los personajes, hay intrigas entre ellos interesantísimas, tiene tramas trabajadas y redondas, y el resultado final es absolutamente perfecto y disfrutable. Un diez de diez.

—Oye, Todd, esta persona ha leído la entrada y no ha publicado ningún comentario.

—Espera un poco, Tedd. Dale tiempo para que pueda escribirlo.

—No escribe nada, Todd. Que le haya gustado y no nos lo diga me pone de mal humor.

—Tranquilízate, Tedd. No es bueno para tu salud que te estreses.

—De acuerdo, Todd. Pero acuérdate de decirle que no incluya spoilers de otros libros en los comentarios de esta entrada.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *