Película El Hobbit: La Desolación de Smaug, de Peter Jackson

“El Hobbit: La Desolación de Smaug”, dirigida por Peter Jackson es la segunda parte de la adaptación de la novela “El Hobbit”, escrita por J.R.R. Tolkien, y perteneciente al mismo universo que el Señor de los Anillos. Se trata de la segunda de tres películas que adaptan esta novela, con un gran respeto y fidelidad hacia el libro en el que se basa, e incluso mejorándolo en ocasiones, lo que la convierte en una de las mejores adaptaciones de libros de los últimos años.

SPOILERS

Si bien “Un viaje inesperado” es una adaptación absolutamente fiel de la primera parte de la novela, “La desolación de Smaug”, aunque continúa siéndolo, se toma más licencias que su película predecesora. En general, todos los cambios o extensiones de escenas del libro le sientan bien a la cinta, pero hay otras que podrían haber exprimido un poquito más, y que se dejan más de lado para la introducción de otras tramas que sólo ocurren en la adaptación.

El modo en el que los enanos se presentan en casa de Beorn debe de ser una de las pocas escenas de la novela que no está llevada casi tal cual a la pantalla. Si actos de la anterior película, como los trolls o Gollum, estaban calcados, sorprende que la película haya desperdiciado la oportunidad de plasmar el modo tan cómico en el que Gandalf cuenta a Beorn las aventuras de su viaje mientras van llegando poco a poco enanos en parejas de dos en intervalos de cinco minutos, para sorpresa e interés del anfitrión. Quizá esta escena habría recordado mucho a la manera en la que van apareciendo enanos en la casa de Bilbo, y optaron por convertirla en una escena de acción.

Sin embargo, esto, entre otros factores, contribuye a que en esta segunda parte de “El Hobbit” se pierda un poco ese aura de cuento que sí que tiene la primera. La sensación de aventura sigue ahí, pero se vuelve mucho más frenética, puesto que en esta película no cesa de haber una persecución constante de los orcos a los protagonistas que no da tregua. Así, escenas como la de Beorn o la del Bosque Negro se ven ligeramente mermadas en detrimento de dar protagonismo a otras subtramas como la de los orcos o la de los elfos.

A pesar de ello, tanto la historia del orco pálido como la de la elfa Tauriel con el enano Kili pueden ser más o menos interesantes, pero al menos no son vacías, sino que dan trasfondo y protagonismo a personajes importantes, como también Thorin, y que ayudarán a dar más dramatismo a su porvenir.

Aunque la parte del Bosque Negro se acorte un poco con respecto a la novela, la adaptación recrea bien el ambiente tenebroso, mágico y oscuro del mismo, así como la sensación de peligro que ocurre al perder el sendero y la parte de las arañas. Sin embargo, hay un par de puntos que sí ganan tal y como ocurren en el libro. Recordemos que en la novela la forma en la que pierden los enanos el sendero es debido a que están muertos de hambre y sed, pues después de tantos días en el bosque ya no tienen víveres ni agua, y salen corriendo hacia una fiesta élfica en la que ven muchos alimentos. En la peli, sin embargo, da la sensación de que lo pierden por falta de atención y de cuidado, lo que no hace mucha justicia a estos enanos. Además, también varía la forma en la que tienen los elfos de apresarlos, pues mientras que en la adaptación los capturan sin más en la batalla con las arañas, en el libro los enanos llevan tantos días perdidos y tienen tanta hambre que les falta rogar que los apresen.

Quizá una de las libertades más destacadas que se toma la película es introducir a Legolas, personaje de “El Señor de los Anillos”, con guiño a Gimli incluido. Ni Legolas ni Tauriel aparecen en el libro, pero ambos manejan una subtrama que parece querer llegar a un sutil enredo amoroso con el enano que, si bien no está mal llevada, tampoco sobresale. Mención especial merece la huida de los enanos del reino de los elfos en los barriles, escena con mucha más acción (persecución de orcos incluida) que en el libro, y que da algo más de dinamismo y gracia a la peli.

Diferente también es la manera en la que los enanos conocen a Bardo. Mientras que en la novela no lo conocen hasta después de ir a la montaña, la película concede un merecido protagonismo al personaje. No sólo se limita a ayudar a los enanos para después intentar impedir su misión cuando la conoce, también se presenta como un hombre honrado, inteligente y con familia, lo que hace que los espectadores empaticen mucho más con él.

La adaptación también da una vuelta interesante al personaje del gobernador, a quien se presenta más ruin que en el libro, a presentarnos a su ayudante, en su papel de despreciable, y a la forma en la que los enanos entran en la ciudad a hurtadillas, para luego reconducir la trama a como ocurre en la lectura y partir hacia la montaña con el apoyo de la Ciudad del Lago (exceptuando a Bardo).

Sin embargo, la verdadera joya de la corona en esta película es la escena de la montaña y el dragón Smaug. Qué bien llevada la manera en la que Bilbo va buscando la Piedra del Arca sin suponer que el dragón está durmiendo enterrado en su propio tesoro. Qué tensión cuando el tesoro cae y se va descubriendo poco a poco a la bestia. Qué disfrute cuando finalmente Smaug despierta y comienza a entablar una conversación con Bilbo. Una conversación que ocurre prácticamente igual al libro, casi frase por frase, que pone de manifiesto la inteligencia y el orgullo del dragón.

Y así, llegamos a otro punto de la película que no aparece en el libro, pero que sienta de maravilla al filme a la hora de añadir acción y emoción. En la novela el dragón Smaug vuela hacia la Ciudad del Lago después de hablar con Bilbo, pero no se llega a cruzar en ningún momento con los enanos, que pasan días escondidos en la montaña hasta que finalmente descubren que el dragón se había ido. Mientras tanto, la adaptación sí que nos regala un cara a cara entre los enanos y Smaug, una confrontación que también aprovecha para mostrarnos más escenarios y tesoros de la antigua montaña de los enanos, y que supone un gran disfrute visual. Así, la peli acaba con el dragón dirigiéndose a la Cuidad del Lago y dejando a los espectadores con unas ganas enormes de continuar con la siguiente.

Cabe destacar también la subtrama de Gandalf con el Nigromante. Después de la trama principal, es la más interesante de las tramas secundarias, y se agradece que la adaptación nos narre cómo le va a Gandalf a la par de la aventura de Bilbo y los enanos, cosa que no hace el libro, que tan sólo resume el porqué de la ausencia de Gandalf en un párrafo al final. Además, la peli va relacionando esta trama con Sauron, como precuela que es del Señor de los Anillos.

En definitiva, si bien “La desolación de Smaug” quizá esté un pasito por detrás en cuanto a adaptación se refiere de “Un viaje inesperado”, continúa siendo una gran adaptación de novela a película, tanto en trama y guión como en actuaciones, ambientación y banda sonora.

VALORACIÓN DE LA ADAPTACIÓN: 8,5/10

—Oye, Todd, esta persona ha leído la entrada y no ha publicado ningún comentario.

—Espera un poco, Tedd. Dale tiempo para que pueda escribirlo.

—No escribe nada, Todd. Que le haya gustado y no nos lo diga me pone de mal humor.

—Tranquilízate, Tedd. No es bueno para tu salud que te estreses.

—De acuerdo, Todd. Pero acuérdate de decirle que no incluya spoilers de otros libros en los comentarios de esta entrada.

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