“El Hobbit: La Batalla de los Cinco Ejércitos” es la tercera parte de la adaptación de la novela “El Hobbit”, escrita por J.R.R. Tolkien, y perteneciente al mismo universo que el Señor de los Anillos. Se trata de la tercera de tres películas que adaptan esta novela, con un gran respeto y fidelidad hacia el libro en el que se basa, e incluso mejorándolo en ocasiones, lo que la convierte en una de las mejores adaptaciones de libros de los últimos años.
SPOILERS
Si bien la Batalla de los Cinco Ejércitos aparece en la novela “El Hobbit”, se resume en unas pocas páginas y no se profundiza demasiado en ella. Aun así, es un evento lo suficientemente importante y épico como para dedicarle prácticamente una película entera, tal y como hace esta tercera parte de esta saga.
Puede parecer que tres películas son demasiadas para adaptar una novela no demasiado larga como es “El Hobbit”. Sin embargo, la división de las tres adaptaciones no podría ser mejor. En vez de realizar la separación según la extensión del libro, se tienen en cuenta las escenas que se van a adaptar y la importancia de cada una de ellas, lo que supone un gran acierto.

Sí, la adaptación se podría haber hecho en una o dos películas. Y sí, también, podrían ser tres, pero más cortas de lo que son. Sobre si esto hubiera mejorado o no su calidad sólo se puede especular, pero la realidad es que estas tres películas son absolutamente respetuosas con la novela original, y las pocas partes que son inventadas también tienen su finalidad en la trama.
La historia del orco pálido es una subtrama cuyo objetivo es profundizar en el personaje de Thorin, mientras que el romance entre Tauriel y Kíli pretende dar más protagonismo a este enano en particular. Y esto se debe a que los únicos personajes que mueren son precisamente Thorin, Kíli y Fíli. Esas subtramas no se han inventado porque sí, han sido planeadas para perfilar y dar evolución a unos personajes que van a morir al final, con el objetivo de dar más dramatismo a sus muertes, lo que al final se consigue. Estas subtramas pueden gustar más o menos, pero tienen un sentido, y que este tipo de cosas se piensen en vez de hacerlas así porque sí se agradece infinitamente en una adaptación.

La otra subtrama que la adaptación extiende, aunque no se puede considerar inventada, es la de Gandalf y el Nigromante. En la novela sólo se resume en un párrafo al final, y en la película la desarrollan, lo que explica la ausencia de Gandalf en el resto de la aventura de los enanos y además ayuda a ligar esta saga con la de “El Señor de los Anillos”, y esto no se puede considerar de otra manera que como otro acierto.
Tan sólo hay un aspecto que, personalmente, no comprendo en la adaptación, y es el personaje de Alfrid, el ayudante del gobernador. No entiendo por qué se le concede tanta importancia, protagonismo y tiempo en pantalla a este personaje, cuando no aporta nada y finalmente ni siquiera recibe un castigo por sus actos. El personaje es la antítesis de Bardo, pretende ser odioso, no gracioso, por lo que tampoco es un alivio cómico. No aparece en la novela, y en mi opinión sobra por completo en la adaptación.
Gracias a su duración, la adaptación puede recrearse en mostrar la caída de Smaug a causa de Bardo, cómo Thorin pierde lentamente el juicio cegado por el tesoro de los enanos y cómo esto acaba derivando en la posterior batalla. Así, la película consigue que los espectadores comprendamos las motivaciones de cada bando y la imposibilidad de entenderse unos con otros.

En primer lugar, el primer ejército es el de la compañía de Escudo de Roble, los enanos de Thorin a los que hemos acompañado desde el principio de esta aventura. Y, justo por este motivo, es tan doloroso ver cómo Thorin se consume de igual manera que nos han contado que se consumió su abuelo, por la codicia y el ansioso deseo de encontrar la Piedra del Arca que lo corone definitivamente como rey bajo la montaña. Así, Thorin va perdiendo el juicio, convirtiéndose en un enano muy diferente, mientras que el resto observa con desesperación la locura de su rey. Aun así, le siguen y acatan sus órdenes, aunque no estén de acuerdo con ellas, hasta que finalmente Thorin se pasa de la raya ordenando la ejecución de Bilbo.
El segundo ejército es el de los ciudadanos de la Ciudad del Lago, quienes, después de haber prestado ayuda a los enanos, se han visto afectados por la ira del dragón que la compañía ha despertado y que tanta destrucción provoca. Se dirigen hacia la montaña buscando refugio y la parte del tesoro prometida por Thorin, que les ayudaría a reconstruir la ciudad y sus vidas.
El tercer ejército es el de los elfos del bosque, que acuden a socorrer y prestar ayuda a los ciudadanos del lago y a recuperar las joyas del tesoro del dragón que pertenecen a su pueblo. Se alían con Bardo y su gente, lo que provoca el rechazo total del enano, que odia a esos elfos que no ayudaron a su pueblo a derrotar al dragón cuando éste apareció, lo que sumado a su ceguera y codicia hace que se cierre en banda.

Así, Thorin, viéndose rodeado, pide ayuda a su primo Dain, que acude en su rescate con un cuarto ejército compuesto por enanos. Pero, justo cuando va a enfrentarse a los hombres y elfos, aparece un quinto ejército de orcos, enemigo común de los demás, lo que provoca que los que eran hasta ahora enemigos se alíen entre sí. Un momento muy épico coronado además por la participación final en la batalla de Beorn y de las águilas.
Dicha batalla ocurre prácticamente tal y como se resume en la novela, sólo que cambiando a los trasgos por orcos, y se hace de lo más disfrutable en pantalla. Es de destacar la forma de Peter Jackson de representar a los elfos, mucho más estirados y perfectos a como se describen en la novela, pero que ya se ha establecido como su seña de identidad.

Cabe resaltar algunas de las escenas más emotivas de la cinta, como la reconciliación de Thorin y Bilbo y el regreso a casa de éste último. Tremenda la escena en la que Bilbo está por fin de nuevo en Bolsón Cerrado, observando en silencio el desorden que han dejado los demás hobbits en su ausencia, y recogiendo del suelo el pañuelo que se le olvidó al partir. Ya no es el mismo hobbit, y esta escena supone el culmen de la evolución de un protagonista magnífico que ha demostrado ser una persona excepcional, ganándose el respeto de magos, enanos, elfos y hombres durante el viaje.
Así, “La Batalla de los Cinco Ejércitos” supone una adaptación de la novela de “El Hobbit” al nivel de las dos partes anteriores, y que no decae en cuanto a ritmo, guión, ambientación, actuaciones y banda sonora. De esta manera, las tres películas que conforman “El Hobbit” son excepcionales a nivel de adaptación, manteniendo un cuidado y un mimo exquisito por hasta el más mínimo de los detalles de la novela, superándola en muchas ocasiones, y mostrando un respeto absoluto por la obra de Tolkien, con un resultado sobresaliente.
VALORACIÓN DE LA ADAPTACIÓN: 9/10

—Oye, Todd, esta persona ha leído la entrada y no ha publicado ningún comentario.
—Espera un poco, Tedd. Dale tiempo para que pueda escribirlo.
—No escribe nada, Todd. Que le haya gustado y no nos lo diga me pone de mal humor.
—Tranquilízate, Tedd. No es bueno para tu salud que te estreses.
—De acuerdo, Todd. Pero acuérdate de decirle que no incluya spoilers de otros libros en los comentarios de esta entrada.