“La Comunidad del Anillo” es la primera película de la trilogía “El Señor de los Anillos”, dirigida por Peter Jackson y basada en la novela homónima de J.R.R. Tolkien. Una de las actuales imprescindibles del cine, que todo el mundo conoce, “La Comunidad del Anillo” es una de las adaptaciones literarias más laureadas de todos los tiempos, y de las que más y merecido éxito han cosechado.
SPOILERS
No hay duda de que las películas de “El Señor de los Anillos”, a nivel únicamente de película, son excepcionales. Pueden gustar más o menos al espectador, pero son cintas que se entienden perfectamente por sí mismas sin necesidad de leer los libros en los que se basan, que explican y cierran todo lo que plantean y con un apartado técnico intachable. Además, siempre han tenido fama de ser una de las mejores adaptaciones de libros que se han hecho en la historia del cine, incluso muchos aseguran que son las mejores.
Y, una vez leído el primer libro, es indiscutible que “La Comunidad del Anillo” es una perfecta adaptación. Pero, ¿por qué? ¿qué factores son los que provocan que estas películas sean el ejemplo perfecto de buena adaptación? A grandes rasgos, la respuesta a esta pregunta se basa en que la película potencia todo lo bueno del libro y pasa por alto lo menos bueno, de la mejor manera posible.

Una de las grandes trabas a la hora de leer “La Comunidad del Anillo” es su ritmo. Es un libro en el que algunas partes, especialmente en su primera mitad, están narradas con tanto detalle que pueden resultar confusas, lentas o incluso aburridas. Y es que desde que Frodo sale de Bolsón Cerrado hasta que llega a Rivendel transcurre nada menos que la primera mitad del libro, unas trescientas páginas.
Una primera mitad en la que la trama general del libro avanza poco más allá de la fiesta de Bilbo, la conversación de Frodo con Gandalf sobre la historia del anillo único, la llegada al Pony Pisador y el encuentro con Trancos. Precisamente justo las escenas que la película selecciona mostrar. El resto de la lectura de esta parte no es más que las vueltas que dan Frodo, Sam, Merry y Pippin por la Comarca y todos sus campos, caminos, colinas, senderos y bosques. Vueltas y más vueltas en las que se describe hasta la altura de las briznas de hierba, pero que en las que, en el fondo, no ocurre nada interesante que afecte a la trama principal.

Podría considerarse una excepción a esto el encuentro de los cuatro hobbits con Tom Bombadil, un excéntrico personaje que en la película ni aparece ni se menciona. Está por ver si este particular personaje tendrá más relevancia en los siguientes libros, pero en lo que corresponde a este, su aparición no es determinante, y su ausencia en la adaptación está justificada, pues ninguno de los hechos que ocurren con él influyen en el resto de la historia de este primer libro.
De esta manera, la adaptación selecciona muy acertadamente el grano que hay entre toda la paja, y explota todo su potencial. Así, queda una gran cantidad de tiempo para que la película desarrolle todos los hechos importantes que ocurren después del concilio de Elrond, como el viaje de la Compañía del Anillo a través de las montañas, de Moria y de Lothlórien.

Existen cambios con respecto al libro, por supuesto, pero no son muchos teniendo en cuenta la longitud de la lectura y de la adaptación. La película resume o acorta muchos periodos de tiempo que, de otra manera, habrían resultado abruptos o confusos, pasa por alto muchas escenas que no aportan nada a la historia principal, pero sí que dedica el tiempo necesario a otras que sí lo hacen, prescinde de algunos personajes que, en realidad, no son esenciales, como el mencionado Tom Bombadil o el elfo Glorfindel, de quien algunas de cuyas acciones se dan a Arwen, lo que ayuda a dar más protagonismo y trasfondo a este personaje.
Otros cambios son la forma en la que Frodo se pone el anillo en el Pony Pisador, algo más lógica en la adaptación, la relación de amistad entre Legolas y Gimli, a la que se da mucho más juego y desarrollo en la película, la historia de amor de Aragorn y Arwen, casi desaparecida en la novela, la forma de ser de Merry y Pippin, mucho más graciosos, traviesos, y también insensatos, que los del libro, o el final de la misma en la que ocurre la muerte de Boromir, que no se llega a narrar en el primer libro, lo que aporta mucho más dramatismo y fuerza al cierre.

Por otro lado, es de destacar la gran diferencia que existe entre los elfos de la película y del libro, y que es de lo más curiosa. Mientras que los elfos de Tolkien son muy alegres y están siempre cantando y bailando, Peter Jackson los reinterpreta y presenta estos personajes rodeados de seriedad, solemnidad y misticismo, rasgos que ayudan a dar un toque muy particular y característico ya no sólo a los elfos, sino a las películas en general, y que tan bien le sientan.
Además, la película sabe resaltar muy bien toda la epicidad y sensación de peligro del libro, especialmente con la persecución de los Jinetes Negros, mucho más frenética y tensa en la adaptación, y otras emociones que se sienten al leer la novela, como la fatiga del largo viaje de la Compañía o la paz y descanso que disfrutan temporalmente los personajes en los reinos de los elfos. Muy acertada es también la forma de iniciar la película, con la narración de Galadriel resumiendo de manera simple la historia del anillo, y que cumple perfectamente la función de situar y familiarizar al espectador con la Tierra Media y su historia.

Mención especial merece el anillo en sí. No era nada fácil transmitir en pantalla cómo el anillo posee prácticamente vida propia, como si fuera un personaje más, pero la película consigue que el espectador entienda perfectamente los intereses del anillo, y cómo afecta a su portador y a todos aquellos que tienen algún tipo de contacto con él. Ni era fácil describir esa sensación tan intangible en la novela ni tampoco lo era llevarla a la pantalla, pero tanto libro como película lo hacen con una facilidad casi pasmosa, lo que tiene un mérito tremendo.
Otro de los aspectos fundamentales que hacen de “La Comunidad del Anillo” una adaptación sobresaliente es el excelente casting de los actores. Absolutamente todas y cada una de las interpretaciones son estupendas y saben captar a la perfección la esencia de los personajes del libro. La película no sería la misma sin los actores de Frodo, Sam, Gandalf, Aragorn, Boromir, Legolas, Gimli, Arwen, Galadriel, Elrond, Merry, Pippin o Saruman, y no sólo igualan, sino que también en algunos aspectos incluso mejoran los del libro.
Tampoco las adaptaciones de “El Señor de los Anillos” serían lo mismo sin esa maravillosa y absolutamente fantástica banda sonora compuesta por Howard Shore, y que sabe transmitir la sensación que debe en cada escena: familiar, tierna, hogareña y divertida con los hobbits, épica para las escenas de la Compañía del Anillo, tenebrosa y oscura para los orcos o siniestra para el anillo único.

También son de destacar las famosas escenas con impresionantes paisajes que tanto caracterizan a la película, el diseño de personajes fantásticos como los orcos, los elfos y los hobbits, y todos los aspectos técnicos y de producción tan bien hechos y que le valieron tantos premios Óscars.
En definitiva, “La Comunidad del Anillo” es un ejemplo de adaptación inmejorable, en la que ni un solo aspecto flojea, de esas tan escasas en la que la adaptación logra incluso superar a la obra original. Y es que cuando quienes llevan a cabo una adaptación son fans de la obra original se nota en el mimo, el cariño, el respeto y el absoluto cuidado que se pone en cada paso que se da. Una adaptación que cuenta ya con 22 años, pero que ha envejecido increíblemente bien al paso del tiempo. Una adaptación de culto que ya se considera un clásico del cine. Una adaptación a la que se le da las gracias por su sola existencia.
VALORACIÓN DE LA ADAPTACIÓN: 10/10

—Oye, Todd, esta persona ha leído la entrada y no ha publicado ningún comentario.
—Espera un poco, Tedd. Dale tiempo para que pueda escribirlo.
—No escribe nada, Todd. Que le haya gustado y no nos lo diga me pone de mal humor.
—Tranquilízate, Tedd. No es bueno para tu salud que te estreses.
—De acuerdo, Todd. Pero acuérdate de decirle que no incluya spoilers de otros libros en los comentarios de esta entrada.