La novela “Mujercitas”, de Louisa May Alcott, cuenta con un sinfín de adaptaciones: siete películas, dos de ellas de cine mudo, obras de teatro, bastantes series de televisión, incluso una ópera y un musical. La historia de “Mujercitas” se ha contado mediante innumerables representaciones, y la última adaptación es la película estrenada en diciembre de 2019, dirigida por Greta Gerwig. Si bien no puedo compararla con adaptaciones anteriores al ser ésta la primera que veo, creo que esta nueva película de “Mujercitas” es una estupenda adaptación, muy fiel al libro, del que se han destacado los aspectos más reivindicativos y del que se han ignorado o suavizado aquellos que son lo contrario, consiguiendo crear la versión de “Mujercitas” perfecta para la época que vivimos.
Si bien al inicio me sorprendieron los saltos temporales que da la película, pues comienza en la segunda parte del libro, creo que ha sido un gran acierto realizar el montaje de este modo, pues alterna los episodios en los que las hermanas son adultas con los de su juventud, diferenciándolos con la escenificación y los tonos de luz cálidos o fríos, haciendo que los espectadores se pregunten cómo han llegado a esa situación. Se da más importancia a cómo suceden las cosas que a lo que sucede en sí, y siendo ésta la enésima adaptación de la novela, me parece un gran acierto presuponer que muchos espectadores ya conocen la historia y favorecer el desarrollo de los acontecimientos a la sorpresa que puedan causar.

Y ese desarrollo logra mantener el interés del espectador en todo momento. La peli mantiene un ritmo constante, y va turnando cada escena del presente con la adecuada escena del pasado para que los espectadores seamos testigos de cómo han evolucionado los sueños de cada hermana, cómo han acabado así y cómo han cambiado ellas mismas. Los que conocemos la historia vamos ubicando cada escena temporalmente, mientras que los que no la conocen se van preguntando cuál será finalmente el interés romántico de Laurie, ya que se ve el interés de la Amy adulta por él y la química entre los jóvenes Teddy y Jo, o cómo ha ocurrido el romance de Meg y Brooke, o si Beth sobrevivirá a la enfermedad que la asola de adulta igual que sobrevivió a la escarlatina de niña.

La ambientación, decorados y vestuario nos sumergen por completo en la época de “Mujercitas”, y la banda sonora, si bien no destaca en exceso, resulta adecuada y acompaña bien a la película. Pero, sobre todo, son los pequeños detalles los que nos sumergen en la lectura del propio libro: esos jóvenes Jo y Laurie haciendo el loco por ahí, Beth alimentando a sus muñecas, una pequeña Amy intentando amoldar su nariz al deseado perfil griego, o a Marmee ocultando su pañuelo entre las mantas que ofrece al hombre al que la guerra ha arrebatado a sus hijos.
Sin embargo, uno de los puntos fuertes de la película es el reparto de la misma. Cada actor transmite muy bien la esencia de su personaje, y nos hacen sentir que estamos viendo a los personajes de la novela, incluso si el personaje tiene una imagen muy diferente en la imaginación de los espectadores que hayan leído el libro. Mención especial merecen los actores de Jo, Saoirse Ronan, y Laurie, Timothée Chalamet, pues parecen los Jo y Teddy sacados del libro. Transmiten muy bien esas dos mentes aventureras y alocadas, esa química entre dos amigos que se va convirtiendo en algo más para Laurie y que se demuestra en esas miradas a Jo, tan cargadas de significado. Las escenas que comparten ambos son una delicia, como ese baile de cabriolas que se marcan cuando se conocen o esos manotazos que Jo da a Teddy de cuando en cuando. En cuanto a Jo, todo en ella es perfecto: ese carácter tosco y rudo tan impropio de una señorita de la época, esa energía que la hace infrenable, la manera de sentarse, hablar con la boca llena, saltar la valla, correr de un lado a otro, estar todo el rato despeinada y absorta en sí misma. Esto hace que veamos a la Jo del libro en todo momento. Sin embargo, Jo en la película resulta incluso adorable, y creo que la Jo del libro tiene algunos momentos en los que es un poco más desagradable y maleducada.
Aunque la película me parece prácticamente perfecta en cuanto a adaptación, hay dos cosas que no me terminan de convencer. La primera de ellas es el físico del actor que encarna al personaje del profesor Friedrich “Fritz” Bhaer. En el libro es prácticamente un viejo, con el aspecto típico de un alemán y una larga barba, mientras que en esta peli es joven y guapo, y eso es algo que me saca un poco del personaje. Y el segundo aspecto es la afirmación de Amy de que se ha pasado la vida a la sombra de Jo, cuando en el libro esta afirmación nunca se da, y de darse creo que sería más bien lo contrario. En realidad, la Amy del libro no se compara ni con Jo ni con ninguna de sus hermanas, va a lo suyo, sigue su propio camino, y no creo que se sienta ni se haya sentido nunca a la sombra de nadie. Aunque supongo que en la película dice eso porque muestran que ha estado enamorada de Laurie toda su vida, cuando en el libro empieza a sentir interés por él cuando se reencuentran en Europa, y hasta entonces sólo lo había visto como un amigo y hermano.

Por otro lado, creo que a la peli le falta mostrar un poco mejor al principio la bondad de Beth. Mientras que con Amy si queda claro que es una jovencita caprichosa y remilgada, la personalidad de Beth queda un poco más a la sombra. Su timidez sí se demuestra un poco más, cuando dice que le dan miedo los chicos y en cómo se esconde detrás de los demás cuando el señor Laurence le regala el piano, pero sólo se ve su bondad en las palabras de los demás.
Además, está bien que sean los mismos actores los que interpreten al personaje en su niñez y en su etapa más adulta, pero el físico se parece demasiado. Aunque se trate solo de siete años, los actores lucen un aspecto idéntico, no parece que se les diferencie la caracterización, lo que hace que se pierda credibilidad en algunos momentos, especialmente en la etapa adulta. Esto es especialmente notable en la etapa adulta de Laurie, en la que sigue pareciendo demasiado muchacho, o en la etapa de niñez de Amy, en la que parece más mayor.

Hay que destacar ese guiño a la realidad en el final en el que Jo pretende dejar soltera a la protagonista de su novela, y en el que el editor insiste en que, en el caso en el que no muera, tiene que terminar casada. No sé cuánta verdad hay en esto con respecto a la realidad, pero es algo muy posible. Louise May Alcott basó “Mujercitas” en la historia de sus hermanas y ella misma. También eran cuatro hermanas, Louise tenía el mismo carácter rebelde de Jo, y tengo entendido que incluso acortaba su nombre a Lou para hacerlo más masculino, como la propia Jo, y al igual que ella, escribía para ayudar económicamente a su familia. Louise May Alcott nunca se casó, pero la protagonista de su novela, que tanto se parece a ella, sí que lo hizo, y como se muestra en la película, es posible que la obligaran a casar a Jo. En todo caso, es un guiño estupendo al paralelismo de las historias de Louisa y Jo.
Por último, hay que destacar que no todos los aspectos de la novela de “Mujercitas” se han seleccionado para ser representados en esta versión, o al menos al pie de la letra. La película se centra sutilmente en los más revolucionarios y modernos, e ignora y suaviza los más anticuados, pues no olvidemos que la novela es del año 1868, pero lo hace de manera que casi no se nota, sin perder la esencia de la novela en ningún momento, lo que supone un gran acierto y nos da una adaptación de “Mujercitas” muy adecuada para nuestros tiempos.

En definitiva, esta nueva versión de “Mujercitas” de 2019 es una buena adaptación, que resulta entretenida tanto para los que conocen la historia como para los que no, una historia que sigue emocionando, que cuenta con unas estupendas interpretaciones por parte de los actores y un ambiente y decoración que nos sumergen en la época a la que corresponde la novela.

—Oye, Todd, esta persona ha leído la entrada y no ha publicado ningún comentario.
—Espera un poco, Tedd. Dale tiempo para que pueda escribirlo.
—No escribe nada, Todd. Que le haya gustado y no nos lo diga me pone de mal humor.
—Tranquilízate, Tedd. No es bueno para tu salud que te estreses.
—De acuerdo, Todd. Pero acuérdate de decirle que no incluya spoilers de otros libros en los comentarios de esta entrada.