Amanecer en la Cosecha, de Suzanne Collins

“Amanecer en la Cosecha” es un libro de la saga “Los Juegos del Hambre”, de Suzanne Collins. En esta novela, que ocurre anteriormente a la trilogía de Katniss y posteriormente a los hechos ocurridos en “Balada de pájaros cantores y serpientes”, se nos narra la historia de Haymitch y sus propios Juegos del Hambre.

“Amanecer en la Cosecha” es el libro que conecta la trilogía de Katniss de “Los Juegos del Hambre” con la precuela “Balada de pájaros cantores y serpientes”. Su protagonista es Haymitch Abernathy, a quien ya conocíamos de la trilogía de Los Juegos del Hambre por ser el mentor de Katniss y de Peeta.

De nuevo, la autora de los Juegos del Hambre nos regala otra historia sobre su universo, una que todos tuvimos muchas ganas de conocer más a fondo cuando leímos En Llamas.

Así pues, a pesar de que ya conocemos al personaje y su final, este libro se hace igualmente interesante porque nos ayuda a entender mucho mejor a Haymitch. Por la trilogía, ya sabemos cuál es su final. Sabemos que vive solo, que está todo lo aislado que puede del resto del mundo, que siempre está borracho. Que no tiene a nadie más que a sí mismo.

Por eso, cuando “Amanecer en la Cosecha” comienza presentándonos a su hermano Sid, a su madre y a su chica Lenore Dove, supone una puñalada porque ya sabemos que ninguno de ellos va a sobrevivir. Que los matarán para castigar a Haymitch.

De esta manera conocemos al Haymitch de este momento, en el que vemos reflejado a ese mismo Haymitch que ya conocemos. Su personalidad es la muy similar, descarado pero a la vez sensato, y somos testigos de cómo va cambiando a medida que los traumas por todo lo vivido se van acumulando.

Entonces, si ya conocemos su historia y sabemos cómo acaba, ¿qué aporta este libro en la saga? Y es que con esta novela la autora hace una crítica a otro aspecto del Capitolio: la manipulación de la información. Porque los Juegos de Haymitch que se nos narran en En Llamas son tan sólo un veinte por ciento de la realidad de esos Juegos.

Así, con la lectura de “Amanecer en la Cosecha”, descubrimos muchos hechos que nunca salieron en aquel vídeo que vieron Katniss y Peeta. Como el amaño que ocurrió en la cosecha, en la que asesinaron a Woodbine Chance, y Haymitch, cuyo nombre nunca salió en las papeletas de las bolas de cristal, se ve obligado a participar, sin saber muy bien cómo, en Los Juegos del Hambre. O el accidente con los carros tirados por caballos en el desfile, que acaba con la vida de Louella, y el posterior gesto de Haymitch de llevar su cuerpo ante el presidente Snow. O la alianza entre los novatos, muy sonada en las entrevistas, pero que nunca se menciona en En Llamas. O las interacciones de Haymitch con Lou-Lou y Ampert en los Juegos, o la destrucción parcial de la arena por parte del protagonista, o su última conversación con Maysilee, todo ello omitido en los posteriores resúmenes de esos Juegos.

Por tanto, a pesar de que se nos está narrando una historia que ya conocemos, ésta tiene tantos matices y novedades con respecto a lo ya conocido, que sigue resultando interesante de leer. No dejan de ser unos Juegos del Hambre que nos recuerdan mucho a la estructura de la primera novela, la que nos enamoró de esta saga.

El esquema es el mismo: presentación del protagonista y de sus seres queridos, ambientación de su entorno y su vida en el Distrito 12, la Cosecha, el tren que le conduce al Capitolio, la preparación para los Juegos con su equipo y estilistas, el desfile, los entrenamientos, la nota de los Vigilantes, las entrevistas, los Juegos y sus horrores, la alianza con un tributo niño de otro distrito que a ambos les recuerda a su hermano o hermana, la alianza con el compañero de distrito, el acto final con la horrible muerte del profesional, la recuperación física, la entrevista del vencedor, la promesa de castigo por parte del presidente Snow, la vuelta a casa y los posteriores traumas.

Leer “Amanecer en la Cosecha” es volver a las mismas sensaciones que se tuvieron al leer “Los Juegos del Hambre”. Quizá no aporte demasiadas cosas nuevas al universo, como hizo “Balada de pájaros cantores y serpientes”, novela que dio un enfoque muy diferente, pero el hecho de volver a una historia que nos fascinó y sobrecogió a tantos, siempre es un acierto.

Al igual que en sus cuatro libros predecesores, “Amanecer en la Cosecha” también hace gala de un salvajismo disfrazado y de una crueldad que vuelve a poner en evidencia los peligros de la maldad y de la ignorancia. La peor naturaleza del ser humano vuelve a manifestarse en esta historia, cuyo horror es tan patente como en cualquiera de los libros anteriores.

El estadio de estos Juegos es la mejor representación de esta sociedad. Una arena preciosa, de ensueño, dulce y llena de flores, de un paisaje hermoso que embriaga a la mayoría de tributos nada más llegar, como si de la misma falsa perfección del Capitolio se tratase, pero en la que luego todo resulta ser venenoso, peligroso y letal, como la mentalidad de la gente del propio Capitolio, que se deja cómodamente embaucar por las crueles políticas del presidente Snow y sus constantes y manipuladoras publicidades.

Además, “Amanecer en la Cosecha” nos presenta también unos personajes muy bien perfilados. Muchos de ellos ya los conocemos, como Burdock o Asterid, los padres de Katniss. También encontramos a Wiress y Mags, las mentoras de Haymitch, a quienes vemos en En Llamas. Aquí sabemos la razón del estado en el que ambas mujeres se encuentran en la trilogía de Katniss, sufriendo una enorme tortura que las marca de por vida por haber ayudado a Haymitch.

Igualmente hace acto de presencia Beetee, y descubrimos la existencia de su hijo Ampert, un personaje entrañable. La muerte del avispado y valiente niño nos duele tanto como al protagonista. Saber que años después Beetee y Haymitch conseguirían realmente ese mismo objetivo es alentador, pero no hace que los hechos que ocurren en “Amanecer en la Cosecha” sean menos desoladores.

Effie Trinket, la mujer del Capitolio encargada de la cosecha del Distrito 12 en la trilogía, también tiene su presentación en este libro. Y es que Effie, a pesar de ser una ciudadana de Capitolio en toda regla, tiene tanto ese perfil despreciable como cierta sensibilidad hacia la situación. Para ser del Capitolio, Effie muestra algo más de comprensión y empatía que otros en algunos comentarios, aunque posteriormente suelte alguna burrada que da al traste con lo anterior. Aun así, es todo un ángel si la comparamos con personajes como Drusilla.

Y, por supuesto, también está Plutarch. Plutarch es un personaje clave en Sinsajo, y en “Amanecer en la Cosecha” descubrimos que su infiltración comenzó mucho antes de la historia de Katniss. Plutarch es ese personaje que hace el papel de agente doble, que se ve obligado a hacer cosas con las que no está de acuerdo por una causa mayor. En este libro somos testigos de los riesgos que debe correr para ello, y cómo se ve obligado a insensibilizarse de alguna manera para poder llevarlos a cabo y, sobre todo, para no dejar entrever sus verdaderos sentimientos.

Esta novela también nos da la oportunidad de conocer mejor a la propietaria original del broche del sinsajo, el símbolo tan importante en la trilogía de Katniss. Maysilee es la tributo que más destaca en la lectura, mostrando una gran evolución. La creída hija del alcalde del Distrito 12 mantiene su actitud altiva y soberbia hasta su último aliento. Sin embargo, Maysilee demuestra a Haymitch y a los lectores que ella es mucho más que una simple niña mimada. Mordaz y sarcástica, se mantiene siempre fiel a sí misma, mostrando también su lado más amable cuando arregla los símbolos de los demás tributos novatos y su lado más luchador en la arena.

En cuanto al protagonista, vemos en él al Haymitch que ya conocemos, y le comprendemos completamente cuando se da a la bebida después de ese final en el que es testigo de la muerte de todos sus seres queridos, por un lado su madre y su hermano en el incendio de su casa sin que ni siquiera pueda abrazarles ni verles recién llegado de los Juegos, y por otro Lenore Dove, envenenada por una gominola que él mismo le da.

Esto deja a Haymitch irremediablemente traumado, lo cual le lleva a aislarse de todo aquel por el que en algún momento sintió afecto, convirtiéndose en el Haymitch hosco y huraño que conocemos en la trilogía. Sin embargo, tras conocer su historia al completo, entendemos mucho mejor la actitud que tiene al principio con Peeta y Katniss.

Pero esta novela no sólo deja referencias a la trilogía, también “Balada de pájaros cantores y serpientes” está muy presente en ella. La referencia más clara es la mención de Snow a Lucy Gray cuando le dice a Haymitch que sabe algunas cosas sobre su “paloma”. Que canta como los ángeles, que se pasea por ahí vestida de colores, que parece quererle pero que también oculta cosas. Haymitch también habla vagamente sobre ella en la lectura, como la única y desconocida vencedora del Distrito 12, y la ve en el video después de los Juegos cuando ata cabos entre ella y los conocimientos de Snow sobre la Bandada.

Sin embargo, el gran misterio de “Balada de pájaros cantores y serpientes” no se resuelve claramente tampoco en “Amanecer en la Cosecha”. La única mención es la tumba del cementerio de la Bandada, con la inscripción del poema de Lucy Gray “PERO ALGUNOS AFIRMAN TODAVÍA QUE LA DULCE NIÑA NO ESTÁ MUERTA, QUE A LUCY GRAY SE LA VEÍA POR LA SOLITARIA LADERA.” No queda claro si simplemente se refiere al poema en sí, o si el poema se volvió realidad.

Sin duda, Lenore Dove recuerda muchísimo a Lucy Gray. Tanto en personalidad como en la casualidad del color del apellido que ambas escogen. Está claro que la chica conocía su historia, pero tampoco queda claro si realmente la llegó a conocer o si tenía algún parentesco con ella.  Clerk Carmine y Tam Amber, los padres adoptivos de Lenore Dove, también aparecieron en “Balada de pájaros cantores y serpientes”, como miembros de la Bandada, y sí conocieron personalmente a Lucy Gray, pero no se puede sacar ninguna conclusión certera.

En definitiva, “Amanecer en la Cosecha” quizá no sea el libro más relevante ni diferente de la saga “Los Juegos del Hambre”, pero aporta lo suficiente a este mundo como para disfrutarlo. Ofrece, nuevamente, una historia desgarradora, con un horror y crueldad patentes característicos de esta saga, unos nuevos personajes carismáticos y otros que ya conocíamos que sirven de conexión con los otros libros. Una novela que conecta temporalmente la trilogía y su precuela y que no se contradice en nada ni con una ni con otra, manteniendo una armonía y coherencia en la historia que revela el cuidado de su autora en ella. Repite la fórmula del éxito de Los Juegos del Hambre, pero es una historia que cualquier fan de estos libros quiere leer, y que consigue mantener el nivel de los anteriores.

—Oye, Todd, esta persona ha leído la entrada y no ha publicado ningún comentario.

—Espera un poco, Tedd. Dale tiempo para que pueda escribirlo.

—No escribe nada, Todd. Que le haya gustado y no nos lo diga me pone de mal humor.

—Tranquilízate, Tedd. No es bueno para tu salud que te estreses.

—De acuerdo, Todd. Pero acuérdate de decirle que no incluya spoilers de otros libros en los comentarios de esta entrada.

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