“El Aliento de los Dioses” es una novela de fantasía del autor Brandon Sanderson, perteneciente al universo literario “Cosmere”. “El Aliento de los Dioses” nos presenta a dos reinos al borde de una guerra inminente y a dos princesas hermanas que se ven envueltas en ella de una manera que nunca habrían sospechado, en un mundo en el que el poder y la magia residen en los alientos de las personas.
SPOILERS
Una vez más, Brandon Sanderson hace gala de una imaginación desbordante en el mundo que nos presenta. Es sorprendente cómo en cada novela del Cosmere se muestra no sólo mundos completamente diferentes, sino también tipos de magia de lo más variados y originales. Y siempre acompañado de tramas interesantes y personajes muy bien formados.
En “El Aliento de los Dioses”, la forma de magia consiste en las elevaciones que se pueden alcanzar según el número de alientos que se consiga. El aliento de cada persona es su tipo de energía vital, casi como una representación de su alma, siendo capaz un humano de vivir sin él, pero sacrificando buena parte de sus sentidos. También la forma de conseguir alientos es peculiar. No se pueden robar, ni tomar por la fuerza. Debe ser transmitido y regalado voluntariamente, y además de manera verbal.
Por otro lado, la forma de emplear esos alientos es bastante compleja. El uso de los colores, del número de alientos parcial que se transmiten, cómo influyen la forma y el material de aquello a lo que se traspase el aliento y la claridad de la orden trasmitida al objeto. El arte del “despertar” es tan extenso y complicado como original, y se demuestra en el personaje de Vivenna y lo que le cuesta aprenderlo.
Por otro lado, la trama de esta novela es de lo más interesante. Es una lectura que engancha y resulta fácil de leer, y las aventuras y desdichas de las princesas hermanas en Hallandren mantienen el interés del lector en todo momento. Cómo ambas, cada una a su manera, buscan conseguir lo mejor para Idris, para evitar una guerra que resultaría devastadora para su país.
Que el enemigo final resulte ser Pahn Kahl da un giro quizá no inesperado, pero sí interesante a la trama. En realidad, ninguno de los personajes resulta ser como parecía en un principio. Susebron se describía como un ser terrible, pero termina siendo un rey-dios de lo más bueno e inocente. Dedos Azules parecía la única persona en la que Siri podía confiar, para terminar siendo el enemigo, al contrario de Treleedes. Denth y su equipo engañan por completo a Vivenna, fingiendo ser unos simpáticos mercenarios para volverse unos peligrosos asesinos. Vasher parecía un tipo peligroso a quien temer, pero sus intenciones son mucho más nobles de lo que se daba a entender. Incluso Sondeluz, quien se esfuerza por ser perezoso y desesperante, tiene su final valiente.
En realidad, estos giros de los personajes se pueden ver venir durante la lectura. La llegada de Vivenna a Hallandren, en la que recibe los alientos y un grupo de mercenarios a sus órdenes había resultado demasiado fácil y era de esperar que las cosas se le complicaran. En cuanto a Siri, los tejemanejes de la política del palacio daban a entender que las cosas podían dar la vuelta en cualquier momento. A pesar de todo, estos giros aportan un interés y cambios de rumbo atrapantes y convincentes a la lectura. Aunque no lleguen a sorprender demasiado, aportan a la lectura el divertimento que necesita.
Por otra parte, también se agradece que la lectura cambie los roles esperados de las dos hermanas. Que Siri sea la esposa de Susebron y Vivenna la que se las tenga que ver con los problemas y las gentes de fuera de palacio. Esto da una frescura muy interesante a la novela y permite que ambas hermanas desarrollen una grandísima evolución.
Siri, que hasta entonces había sido desobediente y, hasta cierto punto malcriada, de repente se encuentra en la obligación de tener responsabilidades, dar una imagen como reina de Halladren y representante de Idris e intentar evitar la guerra a toda costa inmiscuyéndose en la política del reino. Sus primeros capítulos recién llegada a Halladren antes de que conozcamos realmente a Susebron trasmiten muy bien el miedo y el peligro, y la forma en la que acaba descubriendo cómo es su marido los convierte en una pareja de lo más tierna y dulce.
Como la propia Siri piensa durante algún momento de la novela, la Vivenna de Idris muy probablemente no habría llegado a descubrir la verdadera personalidad de Susebron. Habría actuado como se habría esperado de ella, como la habían educado durante toda su vida. Por eso, el hecho de que Siri sea la enviada, da un juego de lo más interesante.
Igualmente, en el caso de que la enviada hubiera sido Vivenna, Siri nunca habría tenido tampoco el interés ni el arrojo que muestra su hermana mayor viajando a Hallandren. Precisamente esa formación y sentido de la responsabilidad es lo que lleva a Vivenna a ir hasta allí. Aunque se decía que iba a salvar a su hermana, sus motivos eran diferentes, como bien ella reconoce ante sí misma. El hecho de llevar toda una vida preparándose para algo para lo que finalmente no es elegida le hace perder el sentido de su vida y sentirse inútil, y toma esa decisión para demostrarse a sí misma que es de valía.
Así, la princesa Vivenna, la hija perfecta, se ve traicionada y obligada a vivir en las calles, por lo que descubre una realidad muy diferente a la que ella conocía, y que la cambia por completo. Se da cuenta de sus decisiones absurdas, de su inconsciente clasismo, y se reconstruye a sí misma dando lugar a una de las mejores evoluciones de la novela.
Las tramas de Vivenna y Siri se mezclan con las de Sondeluz, el tercer protagonista de esta historia, y quizá la menos interesante. Aun así, gracias a Sondeluz podemos ver cómo es la vida de los dioses en Hallandren, así como su juego político. Sondeluz, por su parte, es un personaje bastante divertido que acaba teniendo su momento final importante, colaborando en evitar una catástrofe mayor.
A pesar de que el libro tiene una magnífica resolución, da la sensación de que esta ocurre de manera un tanto abrupta. El desenlace es corto, y hay algunos aspectos que no se terminan de cerrar, como la relación de Vivenna con su padre, o qué ocurrió finalmente con el ejército que se dirigía a Idris (suponemos que el otro ejército que ofrece Vasher a Susebron lo detuvo).
Además, aunque todo termina siendo explicado en su mayor parte, hay cosas que se mencionan pero en las que no se ahonda demasiado, como quién es realmente la espada “Sangre Nocturna” y por qué tiene esa conciencia, o por qué Denth tiene los Mechones Reales, que sólo se atribuían a la familia real de Idris.
En definitiva, “El Aliento de los Dioses” es otra estupenda novela del Cosmere, que presenta de nuevo otro mundo de lo más sorprendente y original, con personajes estupendos y muy bien escritos, y una trama interesante. En su conjunto, y tal y como el autor nos tiene acostumbrados, es un libro que hace las delicias de los amantes de la fantasía moderna.


—Oye, Todd, esta persona ha leído la entrada y no ha publicado ningún comentario.
—Espera un poco, Tedd. Dale tiempo para que pueda escribirlo.
—No escribe nada, Todd. Que le haya gustado y no nos lo diga me pone de mal humor.
—Tranquilízate, Tedd. No es bueno para tu salud que te estreses.
—De acuerdo, Todd. Pero acuérdate de decirle que no incluya spoilers de otros libros en los comentarios de esta entrada.