Allá por 2005 se publicó la novela Uglies (traducida en España como “Traición” en 2008), escrita por Scott Westerfeld. Esta novela, poco conocida por el público general, fue la primera y precursora del género literario de distopía juvenil, pues posteriormente a ella aparecieron otros títulos tan populares como “Los Juegos del Hambre”, “El Corredor del Laberinto” o “Divergente”. Hoy, 19 años después, por fin se ha estrenado “Los Feos”, su adaptación como película creada por Netflix, y un sueño hecho realidad para todos aquellos lectores que descubrimos este increíble mundo hace ya tanto tiempo.
Que esta adaptación exista ya es de por sí un regalo para todos los que fuimos fans de esta saga en su momento. Hace 15 años Uglies nos abrió las puertas a un género moderno y novedoso en la lectura, que destronó a la fantasía, la reina indiscutible de la literatura juvenil, como un soplo de aire fresco. Uglies fue la novela que volvió a poner de moda el género distopía en los 2000, presentando un futuro pos apocalíptico de lo más original y muy adelantado a su época.
¡SPOILERS!
Así, cuando títulos como “Los Juegos del Hambre”, “El Corredor del Laberinto” o “Divergente” se acababan de publicar, Uglies (Traición) ya llevaba muchos años en las estanterías de muchos lectores. Muchos espectadores que no sean lectores pensarán que “Los Feos” es más de lo mismo. Que es como las otras películas de distopía. Y, bueno, lo es, pero sin olvidar que Uglies fue la novela que acabó con la sequía literaria distópica que no despuntaba desde los años de Un Mundo Feliz, 1984 y Fahrenheit 451, con la importancia en el factor originalidad y sorpresa que eso conllevó en su momento, y que hoy en día, tras tantas historias distópicas que sí que fueron adaptadas a la gran pantalla, se pierde ligera e inevitablemente en la impresión popular.

En cualquier caso, “Los Feos” es una adaptación muy digna de su novela. Increíblemente fiel a la obra original, esta película es una oleada de nostalgia para los lectores de esta historia, y su visualización se siente como reencontrarse con un viejo amigo.
Puede que hoy en día no parezca la historia más espectacular del mundo. Puede que no tenga los mejores efectos especiales, o la mejor banda sonora. Pero lo que sí mantiene y refleja de la novela es esa originalidad del mundo que presenta. Un mundo que hoy en día vemos muy reflejado en las redes sociales, que en su momento no existían (en 2005, año de publicación de esta novela, Facebook contaba tan sólo con un año).
Así pues, la crítica a los aspectos relacionados con la belleza y la imagen exterior, a los que tanta importancia se da en esta sociedad de la película como solución a todos los problemas, se da en una época en la que no existía Instagram, ni Snapchat, ni filtros de imágenes ni otras tecnologías del estilo que hoy en día están más que integradas y accesibles en nuestras vidas.
Además de la originalidad, la película también plasma muy bien el mundo en el que se desarrolla la historia. La ciudad de Feópolis, donde viven los imperfectos, entre ellos la protagonista, de edificios grises, apagados y austeros que hacen resaltar aún más la espectacularidad de Nueva Belleza, donde viven los perfectos recién operados. Un mundo de ensueño en el que la mayor preocupación de sus habitantes es qué ponerse para la fiesta de esa noche. Un mundo perfecto en el que se tiene todo lo que se podría desear con tan solo pedirlo.

Así pues, se nos presenta un mundo en el que todas las personas son guapas, no existen enfermedades, ni contaminación, ni guerras, ni pobreza, ni falta de recursos, ni muchos de otros problemas de nuestra sociedad actual. Un mundo aparentemente perfecto. Y aquí es donde entra el dilema ético que tan especial hace esta historia: todo esto se ha conseguido por el precio de modificar el cerebro humano a través de la operación que los vuelve perfectos. A costa de arrebatar la libertad a los seres humanos sin que ellos lo sepan.
A pesar de que la película muestra claramente este problema de este mundo perfecto, creo que no lo llega a mostrar como un verdadero dilema ético. Claro que, en la saga literaria, este dilema se desarrolla y trabaja durante tres libros más. Esta primera película está más o menos al nivel del primer libro, en el que la gente del Humo son los buenos y la doctora Cable y sus secuaces los malos, sin dar mucho lugar para trabajar los grises.
De esta manera, la película es prácticamente el libro en imágenes. La ciudad, la fiesta, el puente, las aerotablas, la montaña rusa, la naturaleza, el guiño al SpagBol (la comida deshidratada), el Humo. Casi todo está llevado a la pantalla tal cual se describe en el libro y, por tanto, tal cual nos lo imaginábamos muchos de los lectores.
Igualmente ocurre con los actores. La actriz protagonista que hace de Tally se da un aire a la imagen de la chica de la portada del libro, lo que contribuye a la sensación de familiaridad. Contrariamente, y a nivel personal, no imaginaba a Shay y a David como los actores escogidos, pero creo que se adaptan muy bien a sus personajes literarios.

Una de las pocas diferencias que hay con respecto a la novela son ligeros cambios en las actitudes de las chicas protagonistas. En el caso de Tally, en el libro no podía escoger entre la operación o ir al Humo, simplemente la amenazaban con no operarla hasta que no encontrara a Shay y al Humo, lo que arrinconaba aún más a la protagonista, que se veía obligada a actuar como lo hacía. En el caso de Shay, en la película no existe el triángulo amoroso entre David, ella y Tally, por lo que se muestra mucho menos dolida por la traición de Tally en la adaptación que en la novela. Así, el odio que siente Shay por Tally es mucho más suavizado en la película.
Pero no sólo se aligera el intenso odio que Shay siente por la protagonista: los demás personajes de la novela también sienten una gran aversión por Tally después de que ella, accidentalmente, atraiga a los de Circunstancias Especiales al Humo. David no vuelve a confiar de la misma manera en ella, y su madre también la trata con bastante antipatía.
En realidad, el personaje literario de Tally no es un personaje que caiga especialmente bien incluso al propio lector. Es cierto que se ve obligada a actuar como lo hace, pero no lo hace de una manera que genere simpatía. En el caso de la Tally de la película, el resultado es ligeramente diferente, y no se genera esa cierta antipatía hacia el personaje.
Inciso especial merece el personaje de Peris, el amigo de Tally, pues adquiere mucho más protagonismo en la película que en el libro, lo que supone una mejora, pues aprovecha mejor a este personaje tan importante para la protagonista y da una mayor profundidad a ambos.
Por lo demás, todo es bastante fiel al libro. Los hechos ocurren prácticamente tal cual se describen, y el resto de personajes, como David o la doctora Cable, muestran una personalidad idéntica a la de los personajes literarios.

Sin embargo, hay otro aspecto que se echa en falta en la adaptación, que es el estilo de vida del Humo. En la adaptación parece más bien un simple campamento, pero no se termina de hacer hincapié en su importancia y en la variedad de gente que lo conforma. En la novela, en el Humo habita gente de todas las edades, y Tally ve, por primera vez, a gente mayor que ella sin operar, entre ellos un anciano, del cual le impresiona su aspecto. Además, la gente del Humo caza animales y generan otros actos que horrorizan a una Tally recién salida de la futurista ciudad.
De esta manera, tenemos ese mismo final irónico que en el libro, en el que Tally, que tan sólo quería ser perfecta y vivir en Nueva Belleza, termina comprendiendo la verdad sobre la operación y tan sólo acepta operarse para ser el sujeto de prueba de la cura, y en el que Shay, que no quería operarse y que tanto apreciaba su libertad, termina operada y negándose a recibir la cura. De esta manera, la película recalca muy bien los efectos de la operación en el cerebro, que se reflejan en los personajes de Peris y Shay, que parecen personas diferentes tras la operación.
Cabe destacar que esta adaptación no ha tomado la traducción del título del libro que se hizo en España en 2008, en la que se cambiaba “Uglies” por “Traición”, apostando más acertadamente por una traducción más literal como “Los Feos”. Sin embargo, personalmente creo que sonaría mejor haberlo traducido simplemente como “Feos”. Además, hay otras traducciones en el doblaje que resultan extrañas, pues se refieren a los “perfectos” como “guapos”, lo que suena un poco raro. A nivel personal, habría traducido “uglies” en vez de como feos, como imperfectos, y “pretties” como perfectos en vez de como guapos, más acorde a la traducción del texto de la novela.
En definitiva, “Los Feos” es una adaptación que cumple más que suficiente con la novela. Es fiel a la obra original, y ver la película es como volver a releer el libro. El respeto es máximo, se nota el cariño por los detalles y los guiños, y es una maravilla poder ver en formato audiovisual a los personajes y hechos de esta historia. La alegría, rebeldía y amistad de Tally y Shay, la manipulación de la doctora Cable y sus secuaces sobre la gente de la ciudad, tanto en la operación como en la educación que se da a los jóvenes, la manera suave y dulce de hablar de la doctora Cable en sus amenazas a Tally, o la precisión al mostrar la originalidad de este mundo creado son aspectos a agradecer en esta adaptación.
Para ser una adaptación que se ha hecho esperar más de quince años, es tan correcta y acertada que no se le puede pedir más. Como fan de esta saga literaria, tan sólo puedo dar las gracias de que esta película exista y no haya destrozado el libro.
VALORACIÓN DE LA ADAPTACIÓN: 8/10


—Oye, Todd, esta persona ha leído la entrada y no ha publicado ningún comentario.
—Espera un poco, Tedd. Dale tiempo para que pueda escribirlo.
—No escribe nada, Todd. Que le haya gustado y no nos lo diga me pone de mal humor.
—Tranquilízate, Tedd. No es bueno para tu salud que te estreses.
—De acuerdo, Todd. Pero acuérdate de decirle que no incluya spoilers de otros libros en los comentarios de esta entrada.